Ramos de apoyo
“Una Navidad más que sufro porque el papá de mis hijos no está presente. Ya hace varios años que dejó de verlos, no los llama, no los busca, yo les pregunto todo el tiempo cómo se sienten. Mi hija de 14 años un día de estos, toda malcriada, me dijo: ‘mamá no sea necia, papá no nos hace falta’, y yo creo que ella está mal, porque si bien tienen el apoyo de mi familia, mis hermanos y mis papás, ellos no hablan del papá, nunca lo mencionan y yo sufro mucho por esto. No sé si mi hija está en negación”.
1. Hay una forma de resolver esto con algo de simpleza. si usted considera que ellos tienen un problema, usted puede consultar con un colega que haga una valoración emocional, que les permita tener un perfil de la integración del proceso de separación y evaluar si efectivamente hay un problema, tal y como usted lo percibe.
2. Usted describe una realidad con ausencia total y su hija le dice que no insista en el tema, pero pareciera ser, a partir de su descripción, que usted no la escucha. Me da la impresión de que está esperando que le digan: ‘¡sí, mamá, sufrimos muchísimo!’. ¿Por qué usted insiste en esto?, ¿por qué para usted es un tema no resuelto? ¿cuál es la necesidad de sentir que sus hijos están mal?
3. Hay procesos de separación que implican una ausencia y con el paso del tiempo los menores integran ésta realidad y ponen la atención en la figura materna, en el apoyo familiar o en aquellas personas del círculo social que son realmente importantes y viven sus procesos emocionales con una adecuada integración; podría ser este el caso de sus hijos.
4. ¿Por qué usted no pone su foco de atención en ser mamá? A una mujer no le toca ser mamá y papá, le corresponde ser la mejor mamá que pueda en las circunstancias que le ha tocado vivir y desde ahí sentirse plena. insistir en procesos de dolor cuando la conducta de sus hijos expresa estabilidad es crear un proceso innecesario, entonces, ahí tal vez a usted le venga bien considerar buscar ayuda para comprender por qué usted no cierra este ciclo.