Final de año, momento de reflexión y replantear la vida
cada 12 meses nos encontramos frente al cierre de un ciclo que nos invita a una revisión de vida. este proceso podría verse como un elemento cargado de tradiciones, momentos en familia, comidas, espacios de descanso, fiestas y mucho más. Pero también es un proceso en el que se toma conciencia del avance del tiempo en su vida y puede hacerse una pregunta: ¿me gusta cómo estoy viviendo? Acá puede hacer múltiples revisiones:
- ¿Qué huella dejo en los demás?
Interactúa en su núcleo familiar, en el trabajo y establece múltiples relaciones interpersonales, pero se ha puesto a pensar cómo impacta en la vida de los demás. Es tomar consciencia de elementos tales como: cortesía, respeto, solidaridad, buen trato, escucha, empatía, compasión. elementos como estos pueden cambiar la frecuencia con la que interactúa. Podría preguntarse: ¿cuánto contribuyo a que mi entorno sea un ambiente tranquilo?
- ¿Me cuido?
Tener conciencia de la salud física y emocional es un acto de amor propio y para con los demás. Una persona que tiene consciencia de autocuidado, que procura una buena salud mental y emocional, es una persona que tiene una frecuencia cálida, de respeto, menos problemática y más orientada a crear ambientes de conciliación. A partir del autocuidado se tiene una visión más armoniosa de la vida.
Trabajar en su desarrollo personal es importante.
- ¿Está satisfecho y feliz con lo que hace? no puede acostumbrarse a vivir en la monotonía y la rutina ausente de creatividad. Hay muchos procesos de insatisfacción emocional que pueden afectar la forma de ser y estar en las relaciones. cerrar un año puede llevarlo a revisiones como estas, con el objetivo de crear visiones de reconciliación interna, que le permitan reconciliarse con todos aquellos con quienes vive.