Dar y recibir

en todo tipo de relación humana debe estar presente la ley del dar y recibir para mantener el equilibrio y la funcionalidad del sistema de comunicación en el que se convive. donde más se rompe este principio es en la pareja debido al mito de pensar que el que más da y más aguanta es quien más quiere. lo que no es real. al contrario, quien permite la desconsideración del otro está fomentando ausencia de empatía y un amor enfermizo. con el paso del tiempo creerá ser víctima sin asumir su parte equivocada. las familias también suelen caer en este error. Generalmente es la madre o las abuelitas, quienes asumen la mayoría de las tareas del hogar, dejando sin enseñar al resto de los miembros y luego se quejan de que nunca ayudan. cuando este intercambio se produce de manera amplia, positiva y equilibrada, nos sentimos cómodos, alegres, ligeros. dar nos deja con sensación de plenitud. cuanto mayor sea el intercambio, la relación será más profunda y con un mayor vínculo. en cambio, si damos en exceso como cuando recibimos en exceso, generamos un desequilibrio que pone en peligro las relaciones y nos ponemos en peligro a nosotros mismos. dar y recibir de manera armoniosa genera abundancia. Se puede empezar por un abrazo, un cumplido, o una mirada amorosa. Ya que las formas mas poderosas de dar, no son materiales. Vale más la atención, afecto, aprecio y amor. También es bueno enviar a las personas en silencio un gran deseo por su felicidad, alegría y bienestar. Parece algo simple, sin embargo, esta forma de generosidad es muy poderosa. recordemos que nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; por eso, si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearlas cada día con los pensamientos a nosotros mismos, y todo el mundo.

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