A los de tela ni los vea
La Organización Mundial de la Salud, la Universidad Autónoma de Monterrey y la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington clasificaron el nivel de protección que dan las mascarillas más utilizadas en el mundo frente a las variantes del covid.
Según la OMS, las más recomendadas en este momento son la N95 y la KN95; ambas --como el número en su nombre lo dice-- protegen hasta un 95% contra la nueva variante.
Otras muy usadas son las quirúrgicas, pero hay diferencias entre estas. Las que cuentan con tres capas protegen un 75% si se usan como se debe; con las de una capa todo cambia porque la protección cae hasta un 15% en el caso de la variante ómicron.
Y hay una muy mala noticia para quienes usan las de telas como algodón, poliéster, lycra o nylon porque estas únicamente brindan un 2% de protección.
Ajuste es clave. El médico Jorge Espitaleta, especialista en medicina crítica y terapia intensiva, nos dice que una parte del secreto está en el ajuste de las mascarillas a la cara (deben tapar la nariz y boca y cubrir hasta la barbilla sin espacios); añade que la tela debe ser antifluidos y que, ojalá, sean de varias capas. Esas pueden usarse sin temor en espacios abiertos y ventilados.
El médico aclaró que la mayoría de las mascarillas quirúrgicas son de tres capas, pero siempre es bueno revisar.
“Sí hay diferencias, es más complicado usar algunos respiradores como los N95 y KN95 que son los que filtran mayor cantidad de partículas y son muchísimo más seguras que una mascarilla de tela. Esas son ideales para viajes en avión o en transporte público de largo recorrido”, explicó el especialista.
Las de tela tienen la ventaja de que podemos lavarlas y las quirúrgicas son mucho más baratas que las KN95. Por ejemplo, las quirúrgicas vienen en paquetes de 50 unidades que salen en ¢1.500 en algunos lugares (en otros rondan los ¢5.000), mientras que las KN95 pueden salir entre ¢1.590 y ¢1.800 el paquete de diez.
Usted puede subir la protección usando doble mascarilla, pero sepa que la que va pegada a la cara debe ser la más protectora, por ejemplo, quirúrgica debajo y de tela encima. La que está pegada a la cara debe estar bien ajustada.