De la silla del poder al banquillo judicial
La captura del hasta hace pocas semanas presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022), fue ordenada ayer por un juez para cumplir una petición de extradición de Estados Unidos que lo acusa por narcotráfico, informó la Corte Suprema de Justicia.
La vivienda del expresidente seguía rodeada por unos 600 policías desde la noche del lunes cuando se informó de la solicitud.
Hernández se entregó ayer mismo.
Los abogados del expmandatario habían dicho en un comunicado que “ante la voluntad manifiesta del señor Hernández de someterse voluntariamente al proceso de extradición, no había necesidad de dar la orden de arresto”.
El expresidente también divulgó un audio en el que dijo estar “listo para colaborar y llegar voluntariamente” a la audiencia judicial que decidirá su suerte.
Hernández, que dejó la presidencia el 27 de enero tras ocho años en el cargo, ha sido implicado por fiscales de Nueva York de tener lazos con el narco. Su hermano, el exdiputado “Tony” Hernández, fue condenado en marzo del 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por ese delito.
Hernández es acusado de tres cargos por EE. UU.
El primero es “conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos (...) con la intención y el conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente”.
También se le acusa de “usar o portar armas de fuego, o ayudarle a instigar al uso, el porte y la posesión de armas de fuego (...) ametralladoras y dispositivos destructivos”.
El tercer cargo es por “conspiración para usar o portar armas de fuego (...) en apoyo a la conspiración de importación de narcóticos” a EE.UU.