Agredidas encuentran paz
“Cuando yo no tenía a nadie en mi vida, me invitaron a participar en un lugar de refugio y rescate de mujeres que al igual que yo sufríamos algún tipo de violencia y realmente fue la mejor decisión de mi vida.
“Salí de las calles y empecé con procesos de sanidad, limpieza y fortalecimiento. Dios hizo un milagro maravilloso, hoy soy parte de la Casa de la Mujer y este proyecto me ha apoyado, me alimenta, me da techo y cubre mis necesidades básicas”.
Este es el testimonio de Fernanda Cruz, una joven de 26 años y madre de cuatro hijos. Ella en su niñez fue abandonada por su familia y terminó en las calles y poco después cayó en drogas y vivió muchas situaciones de violencia por parte de su antigua pareja.
Fernanda es parte de la iglesia Comunidad Cristiana Shalom que nació como un proyecto social que tiene más de 26 años de estar ayudando a la comunidad de Fraijanes, en Alajuela, en temas como: salud, vivienda, educación, apoyo social y espiritual.
Hace unos años la iglesia comenzó a hacer estudios en la comunidad para entender a profundidad qué era lo que más necesitaban sus vecinos.
El estudio permitió encontrar grandes necesidades, pero una de las más delicadas fue la creciente violencia contra la mujer. Por eso surgió la idea de crear “La Casa de la Mujer” con la intención de darles protección, ayuda y guía a aquellas mujeres que han recibido cualquier tipo de maltrato o agresión física, sicológica o sexual.
De todo. La Casa de la Mujer las apadrina, les da apoyo sicológico y espiritual, capacitación en actividades como manualidades e incluso les consigue techo o las ubica en casas de refugio.
“En las casas de refugio las mujeres y sus hijos pueden venir a vivir con nosotros de manera temporal y lo hacemos cuando han sufrido algún tipo de amenaza que ponga en riesgo su integridad física. Nosotros les proveemos absolutamente todo lo que necesitan.
“Nuestras labores sociales vienen desde hace muchos años; desde limpiar basura y ríos, hasta donar más de 18 paradas de buses a la comunidad. Todas nuestras expresiones de amor y servicio son libres de intereses”, mencionó Roy Soto, pastor fundador de la Comunidad Cristiana Shalom y miembro de la Alianza Evangélica.
“A partir de ese estudio, creamos un centro comunitario, donde se graduaron asistentes administrativos, algunos sacaron su bachillerato, otros técnicos en computación o inglés, creamos una cancha de fútbol cinco”, añadió Soto.
Si desea conocer más detalles sobre el trabajo que realiza esta comunidad evangélica, puede ingresar al sitio web: www.shalomcr.com.