FIESTA CON IMPUESTOS DE JOSEFINOS
Los josefinos están indignados porque la Municipalidad de San José desperdicia la platica de sus impuestos pagándole una millonada a un grupo de sindicalistas.
El periódico La Nación destapó el tamal ayer, dando a conocer que la muni de Chepe les paga a 11 sindicalistas hasta ¢12 millones por año, de forma individual, por seis reunioncillas que tienen al mes.
Paúl Obando, vecino de San Sebas, es uno de los que brincó.
“Pienso que esos pagos son exagerados, una sesión de treinta minutos no amerita un pago de esa índole. No me parece justo gastar en eso tanto dinero que se puede aprovechar mejor en obras.
“Con el tema de la pandemia las personas se vieron muy afectadas económicamente y ahora apenas sienten un respiro, el dinero es esencial para que las familias subsistan, pero si en la muni están pagando dinero de más en algunas cosas, eso hace que no haya igualdad de condiciones, ¿por qué no ajustarse la faja para invertir precisamente en las familias?”, cuestionó.
Paúl aprovechó para decir que con esos dineros podrían perfectamente reforzar la educación de los niños y jóvenes, la seguridad social o ayudar a crear comedores infantiles.
Otra que está chivísima es una policía municipal, quien prefirió no decir su nombre, porque las condiciones en las que trabajan a veces son precarias.
La molestia, además, es porque lo que le pagó la Municipalidad a esos 11 sindicalistas, de enero del 2021 a marzo del 2022 supera, en ¢47 millones, lo que destinó la misma muni para el presupuesto de este año para mejorar sedes policiales e instalar cámaras de vigilancia en espacios públicos.
“Es injusto porque esas personas se están llenando los bolsillos mientras los que andamos en la calle la vemos mal (...), ¿por qué no nos llevan a cursos?, ¿por qué no nos dan mejores armas para trabajar?, ¿por qué no invierten en cámaras? A veces uno llega a atender un robo o algo y pide los videos de los comercios para ver a los sospechosos y nos dicen que las cámaras están malas”, asegura la oficial, quien se queja del estado de las delegaciones.
“Necesitan muchos recursos, a la de nosotros se le metía el agua, vamos a ver este año si ya se resolvió el problema, lo sabremos cuando estemos en lo más y mejor de las lluvias. Hace como dos años nos dijeron que nos iban a hacer un gimnasio para que estemos en una buena condición física, pero nunca lo hicieron y los salarios de nosotros muchas veces no dan para pagar un gimnasio, en todas esas cosas podrían invertirse ese montón de millones”, enfatitzó.
Relajo. Los sindicalistas que reciben el beneficio son los que integran la Junta de Relaciones Laborales. Ellos reciben, por reunión, ¢183.000 los que son propietarios y ¢92.000 los suplentes.
Esas reuniones son para definir las amonestaciones, suspensiones sin goce de salario o despidos de funcionarios a los que se les comprueben faltas a nivel administrativo.
También se analizan quejas de los 2.800 trabajadores y negociar la convención colectiva, es decir, ellos mismos tienen la potestad de mantener o eliminar las dietas que reciben.
Para poner en contexto, los ¢183.000 que recibe uno de ellos por una sola reunión es más de lo que gana una persona no profesional (sin algún título) por quincena, según la escala salarial del Ministerio de Trabajo.
Urge un cambio. El polémico beneficio se otorga desde
hace más de 20 años y está establecido en el artículo 8 del acuerdo laboral firmado por la Muni y sus trabajadores.
Johnny Araya, alcalde suspendido de San José, calificó los pagos a sindicalistas por sesionar como un abuso. Sin embargo, en el tiempo que estuvo al frente de la muni no denunció los artículos de la convención colectiva que crearon el beneficio.
“Ahora ya está denunciada la convención, va a haber una negociación y ese va a ser uno de los puntos, junto a otros, que me parece que deben corregirse de una convención que tiene importantes abusos”, afirmó Araya, quien fue separado del cargo por orden judicial por estar relacionado con el caso Diamante.
A pesar de lo dicho por Araya, la actual alcaldesa de San José, Paula Vargas, dice que el artículo 8 no fue denunciado en la renegociación de la convención colectiva, es decir, no está en discusión su eliminación.
Vargas aseguró que pese a eso, aún se puede modificar durante el proceso de diálogo, pero advirtió que es algo que no depende de ella.
“Si estuviera en mis manos yo diría: ‘esto tiene que cambiar’, porque son montos muy elevados, pero le voy a ser sincera, no depende de mí porque yo no fui la que lo autoricé. No puedo eliminarla porque no tengo la competencia, pero sí estoy asumiendo el acto de hacer la denuncia de la convención”, dijo a La Nación.
Varios de los sindicalistas que reciben pagos millonarios por dietas se molestaron al ser consultados sobre el tema.
“Eso no es ningún privilegio, eso es un logro que se hizo por convención colectiva. Me parece que el monto está bien y es justo”, declaró Eugenio Barrantes Espinoza, líder de la Unión Nacional de Empleados Municipales.