“Ahora somos contrarios”
¡Qué locura! es una cambiadera de entrenadores y a como van las cosas no nos debería de extrañar si a corto plazo algunos equipos contratan a un técnico muy bueno para dirigir el primer tiempo y otro para cerrar los segundos tiempos.
Hay equipos que antes de un año han tenido hasta cinco entrenadores.
No es ficción: un técnico, por ejemplo, puede dirigir al Herediano y desear con todo ganarle al Saprissa, pero un mes después cambia de acera y hará todo lo posible por ganarle a su exequipo. esta cultura futbolística no está lejos de la sociedad actual, ya que se usa y se tira. en nuestro país se piensa que la única manera de enderezar el rumbo de un equipo es cambiando de entrenador, si hay que hacerlo cinco o seis veces o más no hay problema, se cambia hasta que se pegue como ganar lotería. Sin embargo, ya tenemos ejemplos de que a veces no basta con eso y quizás es necesario modificar más cosas. Claro que los entrenadores cambian de equipo cuando son destituidos, porque ese es su trabajo.
Pero debemos tener cuidado de hacerlo tan seguido y tan rápido, porque no sea que un día un entrenador se confunda y le dé la charla al equipo contrario y al cual dirigió hace solo unos días. Ya a mí me pasó, dirigiendo al Herediano. Tenía dos muy buenos jugadores José Garro y José Sánchez, quienes fueron cedidos a préstamo al Pérez Zeledón.
Quince días después jugábamos en san isidro de el General, el calor era infernal y el partido se suspendió para atender a un lesionado, momento en el que mi exjugador José sánchez se acercó a la banca nuestra y me dijo, “Profe me regala agua”, le dije al utilero que por favor le pasara una botella y luego por la costumbre le dije, “Sánchez venga acá”, le puse una mano en el hombro y le indiqué, “vaya y dígale a Josimar que toque rápido en la media y que llegue al área contraria”.
Me miró incrédulo diciéndome: “Yo le digo Profe, pero solo esta vez, porque recuerde que ahora somos contrarios”.