“EL MEJOR SER HUMANO QUE CONOCÍ”
Seilyn Cabezas Castillo, quien era secretaria en el liceo nocturno Maurilio Alvarado Vargas, en Tilarán, Guanacaste, estaba muy ilusionada por la invitación que le había hecho una amiga para que asistiera a su cena de graduación de quinto año.
Sin embargo, la tragedia se interpuso en esos planes, pues Seilyn, de 37 años, perdió la vida violentamente este domingo a manos de su esposo, Christian Rodolfo Rodríguez Delgado, de 45 años, quien se quitó la vida después de matarla a balazos.
“En nuestra generación ella marcó a muchos. Es un dolor insoportable, aún esperamos que llegue la llamada de alguien que diga que todo fue un error y que ella está bien en su casa y junto a sus hijos”, dijo su amiga, quien pidió que su nombre no fuera publicado.
El trágico hecho ocurrió a las 5:30 p.m. del domingo, en el centro de Tilarán, dentro de una escuela de música administrada por la pareja y que se ubica en el segundo piso el centro comercial Barbona.
“Aparentemente ella, en compañía de otro hombre apellidado Rodríguez Delgado (su esposo) llegaron al local y se dio una discusión, por lo que Rodríguez habría sacado un arma y le disparó a Seilyn en varias ocasiones en la espalda y la cabeza. Posteriormente Rodríguez se disparó, por lo que ambos fallecieron en el lugar”, informó prensa del OIJ.
Presuntamente la discusión entre la pareja se originó debido a una posible separación, según confirmaron algunos familiares a las autoridades policiales.
Según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la pareja se casó el 25 de octubre de 1999 y tenían dos hijos, una muchacha de 20 años y un chiquito de 8 años.
Liceo lleno de luto. La muerte de Seilyn llenó de luto a todos los estudiantes, docentes y personal administrativo del liceo, donde tenía más de diez años de trabajar como secretaria.
Por su carisma y forma de ser tan especial se ganó el corazón de muchísimas personas en ese lugar.
“Le decimos adiós a una persona que vale su peso en oro, servicial, amable. Lastimosamente nos la arrebataron, las condolencias a su familia, amigos y compañeros de trabajo que la vamos a extrañar, pero nunca a olvidar”, publicó el liceo en su Facebook.
La amiga de Seilyn, que está por graduarse de quinto año del colegio, la describió como una mujer de gran corazón, que siempre estaba pendiente de apoyar a los estudiantes para que no dejaran sus estudios botados.
“Le puedo decir que Seilyn es, fue y será por siempre el mejor ser humano que Dios me ha permitido conocer, con un gran don de servir.
“Sus abrazos se sentían muy sinceros, sus consejos. Cada vez que uno sentía que ya no podía continuar con los estudios ella llegaba y te impulsaba”, contó la estudiante.
Cena de graduación. La amiga de Seilyn contó que la última vez que conversaron fue el pasado miércoles 8 de junio, ese día fue cuando le dijo que ella y varias de sus compañeras se sentirían honrados de tenerla en la cena de graduación.
“Estaba ilusionada, tanto como nosotros, ya que por la pandemia hace dos años no se podía celebrar.
“Nunca voy a olvidar ese día, sobre todo las carcajadas en el portón hablando de la cena y de los efectos secundarios de la bebidas energéticas, ese día nunca lo voy a olvidar, porque llegó muy linda a trabajar y la empecé a vacilar. Ella me abrazó dándome las gracias”, recordó.
Además, describió a Seilyn como una madre envidiable, que siempre apoyaba a sus hijos y se preocupaba de que no les faltara nada. Ese espíritu maternal también lo transmitía a sus amigos y seres queridos.
“Hace unos días hubo un desperfecto en un bus de la ruta Quebrada Grande, y ella dijo: ‘No se preocupen, si tengo que abrir un aula y hacer pijamada (para que los estudiantes se quedaran ahí) lo hacemos, yo aquí me quedo acompañándolos”.
Nadie lo hubiera imaginado. En cuanto a Rodríguez, la amiga de Seilyn dijo que casi no lo conocía, lo único que sabía es que siempre llegaba a esperarla a la salida del liceo.
“Nadie hubiera pensado que estaban atravesando una separación, siempre se veían muy felices”, añadió.
También mencionó que, hasta donde sabe, Rodríguez trabajaba como secretario en un liceo ubicado en Arenal de Tilarán. Además de eso tenía una academia de música junto a su esposa, pues ambos tenían conocimientos musicales.
La diócesis de Tilarán también se pronunció sobre este lamentable hecho que ha llenado de dolor el cantón guanacasteco.
“Por sétima vez en este año, quienes en su momento profesaron amor, se han convertido en victimarios de aquellas a quienes decían amar, dejando a su paso un profundo dolor. Ante ello, vehementemente, exhortamos a todos nuestros feligreses, y comunidad en general, a estar vigilantes, denunciando situaciones abusivas, y fortaleciendo redes de apoyo oportunas a las víctimas”, dijo el diácono Gustavo Watson, vocero de la diócesis de Tilarán-Liberia,
Su sonrisa y carisma vivirán por siempre”. Amiga de Seilyn Cabezas