Somos una plaga para la naturaleza
Las especies silvestres son muy apetecidas por los delincuentes ambientales, que las comercializan tanto dentro como fuera del país.
Luis Diego Hernández, coordinador de la Fiscalía Adjunta Agrario Ambiental, aseguró que las denuncias por sustracción de esas especies han aumentado desde el 2020 tanto en Costa Rica como en el mundo.
“Pasó de 89 denuncias en el 2019 (en nuestro país) a 975 en el 2020, es decir, el incremento fue cercano a un 900%. A nivel mundial, se dice que un 32% de las especies de mamíferos, aves, reptiles, que son la mitad de los vertebrados conocidos, está reduciéndose en cuanto a población”, detalló el fiscal ayer en el programa Frecuencia MP, en radio Columbia.
Hernández aseguró que los principales destinos de las especies que sacan (o tratan de sacar) de nuestro país son Alemania, República Checa, España, Rusia, Estados Unidos y Canadá.
“En Costa Rica, las especies más traficadas van desde orquídeas miniatura, arañas, mariposas, escarabajos o pepinos de mar”, comentó.
Buscan cómo. En la mayoría de los casos, los delincuentes tratan de sacar todo eso por medio de envíos de correo, en equipajes de mano y en contenedores de barcos.
Las autoridades han descubierto que dentro de Costa Rica también se da la venta ilegal de plantas y animales por medio de redes sociales y mensajes de texto.
Algunas de las especies que ofrecen son para coleccionar, para tenerlas como mascotas o para fabricar productos. Hay un ejemplo fresco.
“La Fiscalía Agrario Ambiental realizó una serie de allanamientos como parte de una investigación por un caso de presunto comercio y tráfico de vida silvestre utilizada para fabricar souvenirs”, dijo el fiscal.