DÍA DEL PADRE ALEJA RIVALIDAD
Las hermanas Paola y Sara vivirán un Día del Padre muy especial, ya que irán al estadio junto a su papá, don Mario Morales, para ver el clásico entre Saprissa y Alajuelense en el estadio Nacional (5 p. m.), después de varios años de no ir juntos al estuche por la rivalidad entre ambos equipos.
Resulta que ellas son moraditicas y su tata es un manudo envenenado, razón por la cual tenían rato de no ir juntos a un partido en donde se enfrentan sus amados clubes.
Don Mario tiene como regla no visitar el Ricardo Saprissa y sus hijas tampoco van al Morera Soto, por lo que las chiquillas pensaron que sería un detallazo compartir con su papito en un juego tan importante en la Joya y en un Día del Padre.
El señor recogerá a sus hijas para presenciar el juego de ida de las semifinales en la localidad de sol sur.
Las volcaron. Paola contó que don Mario y su mamá, doña Guadalupe, son liguistas de corazón. Ella reconoció que, junto a Sara y su hermano Mario, usaron por muchos años las chemas de la Liga, pero luego se volcaron.
“Recuerdo que mi papá nos llevaba al Morera Soto, pero nosotras celebrábamos los goles de Saprissa.
“Cuando tenía 12 años, mi abuela paterna, doña Silvia, nos compró las primeras camisas del Monstruo, porque ella nos decía que eran más bonitos los colores morado y blanco, y a mi hermano le compró la de la Liga”, comentó.
Esta vecina de San Antonio de Coronado recordó la cara que hizo su papá al ver que las hijas se le volcaron.
“Mi papá le dijo a mi abuelita: ‘Mami, pero a usted quién le dijo que a ellas les gustaban esos colores, esas camisas tan feas’. Ella le respondió: ‘Uno no puede obligarlas”, comentó entre risas.
La morada aseguró que cuando estaba en el colegio guardaba plata para ir a la Cueva con los amigos o los primos, porque su papá en la vida pondría un pie en San Juan de Tibás.
“Somos envenenadas y en la medida de lo posible vamos al estadio juntas y con nuestros hijos”, dijo Sara, quien tiene 28 años y es mamá de Mathías, un moradito de 8 años.
Paola, por otro lado, tiene 34 años y es mamá de Mía, de 12 años, y de Emma, de dos añitos.
Cuando van al estadio, procuran ir a sol sur familiar o también van a sombra o platea. Lo que sí es un hecho es que no pueden ir sin sus retoños.
“La idea es hacernos socias, pero no hemos podido porque tenemos que pensar también en los chiquillos. Dios guarde ir sin ellos al estadio, es una falta de respeto”, afirmó Paola.
Por otro lado, Mario no irá al estadio pues sus hermanas dicen que es un aficionado de perilla.
Regalazo. Paola y Sara dicen que cuando se enteraron de que el clásico se jugaría en la Joya de La Sabana y en el Día del Padre, pensaron que sería un excelente regalo para su tata.
“Al inicio le pedimos que reservara ese día para nosotras y le explicamos a su esposa, Marianela, que lo queríamos llevar al estadio.
“Queríamos darle una sorpresa, pero él no quería dejar sola a su esposa y tuvimos que mandarle las fotos de las entradas para que no hiciera planes ese día y entendiera que lo necesitamos”, añadió Sara.
Paola comentó que su papá se emocionó por la salida, pero les advirtió que si Alajuelense perdía, ellas se tendrían que devolver en bus.
“Mi papá es muy envenenado, entonces dependiendo del clásico lo vemos con él. Cuando Saprissa gana lo vacilamos y por ratos se pierde.
“Pero si gana la Liga nos manda unos memes en donde aparecemos llorando, nos molestamos, pero siempre con mucho respeto”, aseguró la mayor de las hermanas.
Ellas creen que el partido quedará 2-1, a favor de los morados.
“Tenemos sentimientos encontrados, porque esta es una oportunidad para retomar una relación que no se daba, es hacer algo que a él le gusta y a todos nos apasiona, es un sentimiento muy bonito, porque vivimos el fútbol intensamente”, agregó Sara.
Al consultarles qué representa el Sapri en sus vidas, ambas no dudaron en contestar.
“Saprissa es más que un equipo, ha sido una forma de mantenernos unidas, es algo que las dos vivimos con mucha pasión, con sentimiento, con buenas vibras”, destacó Paola.
Esta es una oportunidad de hacer algo que a él le gusta y que a todos nos apasiona”.
Paola Morales
Aficionada saprissista