ES HORA DE COMER BAMBÚ
¿Le suena comer bambú en picadillo, en ensalada o en sopa?
En Costa Rica esta planta es muy conocida, pero no es común que la utilicemos en platillos, pero eso podría cambiar gracias a un proyecto de la Universidad Nacional.
Cuando se cocinan los brotes de bambú adquieren una textura crujiente que los hace agradables al gusto y quedan listos para ensaladas o platos calientes.
El proyecto “Desarrollo productivo del bambú en Costa Rica”, de la Escuela de Ciencias Ambientales de la UNA, tiene a la venta brotes comestibles de bambú.
Además son reconocidos como un superalimento, son bajos en grasas y en colesterol, altos en fitoesteroles (componentes que absorben el colesterol) y otros compuestos bioactivos, vitaminas como A, B, C y E, aminoácidos, minerales como potasio, sílice, manganeso, magnesio, y en fibra dietética.
También son bajos en calorías.
Da para mucho. De acuerdo con Marilyn Rojas, coordinadora del proyecto, se pueden utilizar como acompañamiento o para fortificar otros alimentos. Algunos de los usos más comunes son en ensaladas, picadillos, sopas, encurtidos, cremas, pestos, dips y más.
Este producto se ofrece en dos presentaciones: brotes enteros o brotes en trocitos, cada uno a ¢2500 la bolsa.
Y el proyecto va mucho más allá porque también ofrece pajillas de bambú, que se pueden utilizar tanto para bebidas frías como calientes; son reutilizables y una vez terminada su vida útil, se desechan como un residuo orgánico o componente para hacer compostaje. El paquete de siete pajillas vale ¢1500.
Para fortalecer este proyecto se estableció una plantación en la finca Breña Mora, en San Isidro de Heredia, donde se pretende activar la producción de bienes y servicios de bambú, entre ellos cañas para la construcción, plantas para siembra y vivero.