Chamito en días duros
Matheo es un bebé venezolano (un chamito) de apenas cuatro meses que pasa todo el día con sus papás en el centro de San José, esperando que alguien les brinde una mano para seguir camino hacia Estados Unidos.
Esta familia salió de su patria para buscar mejores oportunidades.
La madre de Matheo, Nicole Guapi, tiene 19 años. Nos contó que ella y su esposo, Jesús Márquez, de 23 años, llegaron el miércoles 10 de agosto a Costa Rica. Salieron de Ecuador y hasta se perdieron...
Estuvieron casi una semana y media en la selva, pues por su bebé debían ir a un paso lento. El cuerpo de Nicole evidencia los estragos que hicieron los insectos en ella, pues tiene un brote en la piel.
“Algunos días hacía mucho calor y otros llovía mucho, pensamos en devolvernos, pero al final decidimos seguir adelante. Le llevaba a mi hijo dos latas de fórmula, pero se le acabó la segunda semana porque duramos mucho, tuvimos que pagar trescientos dólares a un guía para que nos sacara de la selva”, dijo.
Asegura que cuando llegaron a Costa Rica, Matheo venía con diarrea pues darle leche de caja le afectó mucho el estómago. Los jóvenes padres se quedaron sin plata y hasta vendieron sus celulares para recoger un poco más, pero no les alcanzó para comprar la leche de fórmula.
Fue difícil. Todas las cositas del bebé quedaron en la selva.
“Nos encomendamos a Dios para poder llegar a Costa Rica con un bebé tan pequeño, pero en parte emprendimos este viaje por él, fue una decisión difícil. Mi mamá, por ejemplo, lloró mucho y sobre todo porque Matheo es su primer nietito, estaba muy encariñada con él”, dijo la joven.
Nicole se sienta con su bebito a diario cerca de la farmacia Sucre en la avenida Central de San José mientras su esposo camina en busca de algún trabajito que le den para no estar de brazos cruzados.
Matheo se hace un puñito entre los brazos de su mamita y cuando no está durmiendo sonríe a quienes se acercan a saludarlo. Él necesita pañales, ropa y leche.
“Anhelamos llegar a Estados Unidos para poder tener un futuro mejor que el que íbamos a tener en Venezuela, allá ya no hay nada para nosotros, ni trabajo ni garantías sociales”, dijo la joven mamá.