La violencia
en el pasaje bíblico de Proverbios 6:16-17, encontramos que Dios aborrece o detesta una serie de conductas que conforman estilos de vida que, a la presencia de Dios, son ofensivos y, por lo tanto, no deben ser parte de nuestra cotidianeidad. Específicamente, en el verso 17c, según la versión Reina Valera, Dios aborrece “…las manos derramadoras de sangre inocente”. la versión Dios Habla Hoy, traduce este versículo: “…las manos que asesinan a gente inocente”. a todas luces, se está aludiendo al hecho de que Dios aborrece o detesta la violencia. ¿Por qué esta reacción tan radical de Dios contra la violencia?
Dios aborrece la violencia porque es un terreno resbaladizo hacia la muerte. en el mundo antiguo, que sirve de marco de referencia a esta porción bíblica, “la mano”, simbolizaba tener poder o tomar la autoridad sobre algo o alguien.
De ahí que, en una frase muy usual en esos tiempos, “estar bajo la mano de alguien”, significaba estar sometido a su voluntad o pertenecer a una jurisdicción de autoridad específica. Desde esta perspectiva, “las manos derramadoras de sangre inocente” o “las manos que asesinan a gente inocente”, nos muestran la violencia ejercida por personas que, teniendo acceso a mecanismos de poder, hacen uso de este en forma injusta y homicida, con plena responsabilidad moral. esta violencia, que lleva a la muerte, no es moneda corriente solo en las estructuras sociales, sino que, cada vez más, se evidencia en el plano interpersonal, matrimonial y familiar. la violencia más cruel, como lo recalca el texto de proverbios, es aquella que se ejerce contra los inocentes, es decir, contra personas que no son responsables directas de la situaciones que padecen, cuya dignidad es despreciada siendo sometidas a todo tipo de vejámenes y ultrajes. Hoy se habla de la violencia domestica, de la violencia contra la infancia, contra la mujer, etc. la violencia en todas sus formas, está matando a nuestra sociedad, está maltratando la dignidad que Dios otorgó a sus criaturas.