COMBI SUEÑA CON LLEGAR A ALASKA
Montarse en su vocha a pegarse el viaje de su vida desde su casa en Alajuela centro hasta la lejana Alaska, el estado gringo que pega con el Polo Norte, es uno de los grandes proyectos que Jovel Vásquez tiene para su chuzo, una microbús Volkswagen T3 Westfalia de 1986.
Los planes han ido creciendo poco a poco para este ingeniero en sistemas de 36 años con una nave que compró hace cuatro años y a la que le ha invertido muchísimo.
Hacer un viaje de estos en este tipo de chuzos no sería bronca, pues cuenta con lo que una casa rodante necesita, desde camas, sillones, cocina, refrigeradora, muebles y otras cosas que muchos no imaginan, como tres tipos de baterías que lo ayudan a andar sin problemas.
Era tanta la fiebre que viajó hasta Pérez Zeledón a traer el carro cuando lo compró, aprovechando que luego de mucho tiempo e intentos, su dueño finalmente accedió a vendérselo.
–¿Luego de muchos viajes, cuál es el proyecto a futuro con el carro?
Un proyecto que tengo a futuro es que quiero ir a Alaska. Quiero manejar desde Costa Rica hasta Alaska, por lo que el vehículo también se ha ido diseñando que en el futuro hay un viaje potencial a Alaska, tanto es así que tengo otro motor nuevo, que es el que monté para ir allá.
La idea es ir con un carro que uno sepa que va a presentar los menos inconvenientes posibles y pensando en eso es que tengo ese otro motor, preparándolo para cuando se necesite.
–¿Para cuando tendría pensando hacer ese viaje?
No tengo una fecha exacta, podría pensar que tal vez me gustaría que como para el 2025, o una cosa así, en unos dos o tres años, pues se necesita muchísima logística, aparte de ahorrar. A pesar de que tengo la oportunidad de trabajar desde el carro, pues yo trabajo desde mi casa o por teletrabajo, la idea también sería irme unos seis meses u ocho meses a hacer ese trayecto, que se aprovecharía más si no estuviera trabajando, hay que acomodarse muy bien con otros proyectos que tenga.
–¿Un viaje de esos sería como la graduación de la vocha?
Exactamente, así es, sería el examen final de lo que puedo conseguir, una experiencia única de vida, porque yo creo que todo mundo en la medida de sus posibilidades, debería viajar.
–¿Qué le ha metido para que pueda irse con él a cualquier lugar y quedarse cómodamente?
El carro nace como un camper, Volskwagen lo diseña y vende como tal, junto con otra empresa que se llama Westfalia que hace un convenio con ellos. El carro venía con una base perfecta para lo que yo quería, primero le mejoré la parte mecánica y electrónica de todo, incluido el motor. Al principio me quedé tres veces botado, por lo que empecé a hacerle muchas mejoras para corregir eso.
En cosas de tecnología tiene una computadora programable con pantalla táctil y ahí veo información del motor, como temperatura, motor de gasolina, aceite, puedo ajustarla desde ahí, con lo que me ayuda a tener tecnología de última generación. Si hay alguna falla en el motor, la misma computadora lo apaga, por lo que es muy confiable para andarlo.
–¿Qué otras fuentes de energía tiene?
Un sistema de paneles solares, se le hizo una plataforma en el techo y sobre él tiene dos paneles solares, cuenta con su controlador para manejar la carga solar, un banco de baterías extra aparte de la original del carro. Es la misma tecnología que utiliza Tesla en los vehículos de ellos, se llama LiFEPO4, que es de 600 amperios hora, para ponerlo en contexto, es más o menos como andar doce baterías normales de esas de ciclado profundo.
Tengo una capacidad de autonomía como de 30 días utilizando todo lo que tengo adentro, que es una batidora, la computadora, un monitor extra, una refrigeradora de doce voltios y más cosas.
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