Venezolanos llegan malitos de salud
Muchos venezolanos de los que pasan por Costa Rica en su travesía para llegar a los Estados Unidos vienen muy malitos de salud.
Así lo contó el padre Sergio Valverde, de la Asociación Obras del Espìritu Santo en Cristo Rey, que cada noche, desde hace tres meses, alberga a casi 700 migrantes. Además, los alimentan y les dan ropa.
“Ha sido muy triste ver que hemos detectado bastantes casos de mujeres que vienen con cáncer de mamas, algunos ya bien avanzados y no se puede hacer nada por estas mujeres porque ellas tienen que seguir, aún sabiendo que tienen una condición delicada”, dijo el sacerdote.
Los grupos de migrantes en su mayoría llegan con problemas de hinchazón en sus piernas, gripe, fiebre y deshidratación; algunos con diarreas porque tomaron agua contaminada en el Darién (selva entre Colombia y Panamá.
“A muchos con mucho amor y medicamentos los podemos atender aquí, pero a otros sí hemos tenido que llevarlos a los hospitales, vienen mujeres embarazadas, otras que acaban de dar a luz, bastantes bebés y todos necesitan mucha ayuda” , aseguró el padre.
Mariángel Portilla, una de las venezolanas, nos contó que cuando ella y sus tres hijas pequeñas llegaron al albergue estaban deshidratadas y con hambre.
“Aquí nos dieron todo lo que necesitamos para curarnos y reponernos. En Venezuela uno piensa en comer, no alcanza para eso y por eso mucha gente no se ha podido preocupar por la salud”, dijo Portilla.
La Teja consultó a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) sobre la cantidad de venezolanos atendidos en los últimos meses y los principales padecimientos. También consultamos al Ministerio de Salud su posición sobre todo porque a diario ingresan 2.000 migrantes al país; sin embargo, al cierre de esta nota no había respuesta.