Restauranteros con sabor amargo
El presidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore), Eliot Campos Ballard, asegura con gran dolor que: “no es momento para abrir una soda o un restaurante. Si hay personas pensando en emprender en el negocio gastronómico les digo que mejor se esperen a que haya mejores tiempos en lo económico”.
Desde antes de que al país lo golpeara la pandemia del covid-19, ya el gremio y todo lo que tiene que ver con el negocio de la comida, venía golpeado. La pandemia lo que hizo fue terminar de arrodillar a quienes iniciaban o ya estaban pasando malos momentos.
“Al día de hoy que hay cierta recuperación, el sector sigue golpeado. No le puedo decir que el más golpeado fue el bar restaurante, la soda, la cantina o el bar. Todos fueron golpeados por igual, el daño es enorme en el sector.
“Con la pandemia un poco más de cinco mil negocios, entre bares, restaurantes, cafeterías, discotecas, cantinas, entre otros, cerraron ante lo duro que fue enfrentar los cierres sanitarios. De todos los que cerraron en ese momento calculamos que unos tres mil nunca más abrieron”, explica don Eliot.
Golpazo. Aquellos negocios que alquilaban local y no encontraron alguna fórmula para evitar el golpe de no recibir ni un cinco por varias semanas, son los que más rápido le pusieron candado al negocio.
“Los negocios que no cerraron del todo al reabrir tenían nuevas deudas acumuladas: con la Caja, con el ministerio de Hacienda, con proveedores.
Actualmente tienen arreglos de pago.
“Hablamos de negocios en el sector de comida que reabrieron y necesitan hasta un mayor ingreso que antes porque tienen que pagar mensualmente las nuevas deudas”, asegura Campos.
Don Eliot afirma que la pandemia se llevó unos 150 mil puestos de trabajo directos que hasta el día de hoy no se han recuperado. Si le agrega los indirectos se puede llegar a casi el medio millón de personas que salieron afectadas, aunque no fuera con el puesto de trabajo, sino porque se le rompió la cadena económica que le ayudaba a ganar dinero.
“Las materias primas para el negocio han subido como un 15% y nosotros no podemos meterle ese 15% a la gente porque se nos cae, así que nos toca asumir esos aumentos. Eso es mucho dinero que dejamos de ganar. La recuperación ha sido como del 80%, pero de ese 80% de personas que volvieron ya no consumen la misma cantidad que antes.
“El sector restaurantero tiene más de 10 años de estar esperando la tal reactivación económica, que tiene que ver con menos trabas para renovar permisos, que las políticas nacionales provoquen que la gente tenga más dinero para que puedan visitarnos, que haya más actividad turística, porque dependemos mucho del turismo”, dijo.