“Me orino, me orino”
el síndrome de la vejiga hiperactiva es una condición que provoca la urgencia repentina de orinar que no se puede controlar, al punto que se corre el riesgo de orinarse. los estudios señalan que hasta un 30% de estos pacientes han pasado la penosa situación de orinarse porque no llegaron a tiempo al servicio, situación que es más común en las mujeres. la vejiga hiperactiva también se manifiesta durante la noche, periodo durante el cual, el paciente se levanta una o más veces a orinar y aunque, fácilmente, vuelve a dormirse, es común que afecte la calidad del sueño. como se comprenderá, andar con ganas de orinar día y noche, y correr el riesgo de orinarse si no se encuentra un baño, resulta una limitante social, laboral, sexual y vivencial importante, al punto que muchos de estos pacientes se sienten muy restringidos en su diario vivir. la sensación de estar orinándose puede ser producida por un sinfín de condiciones fáciles de tratar; entre ellas, las elevaciones del azúcar en la sangre, ciertos medicamentos, infecciones en la orina, algunos tipos de bebidas. sin embargo, algunas personas tienen un problema en el músculo detrusor, que se encuentra en las paredes de la vejiga, y es el encargado de contraerse para expulsar la orina al exterior. en el síndrome de la vejiga hiperactiva, este músculo se contrae aun cuando la vejiga no esté llena, y provoca las ganas urgentes de orinar a lo largo del día. la vejiga hiperactiva puede provocar problemas sexuales, por el temor a experimentar las molestias en plena relación sexual, situación que representa todo un abrupto para el encuentro íntimo. Particularmente, en las mujeres puede provocar dolor con la penetración que afecta tanto la lubricación como la consecución del orgasmo.
Hoy se dispone de una amplia gama de tratamientos destinados a corregir, compensar o aminorar los síntomas, que le permiten a muchos pacientes recuperar su vida normal.