El arte del bonsai
Más que arbolitos en una maceta, los bonsáis son símbolos de una cultura milenaria, con un claro objetivo final: crear representaciones en miniatura de la naturaleza.
Conllevan mucho trabajo, dedicación y resultados que demandan paciencia. El compromiso nace desde el instante que nos hacemos cargo de un ser viviente que, con el pasar de los años, podría convertirse en una pequeña obra de arte.
Técnicas básicas de mantenimiento y cuidados generales
• Macetas de entrenamiento: Se usan al principio. Son de mayor tamaño y profundidad que en las luego se conservará el bonsái. Permiten acelerar el crecimiento y, principalmente, aumentar el grosor de su tronco.
• Poda de ramas: Se utiliza para modelar y darle forma al bonsái, al igual que para aumentar su ramificación.
• Alambrado, pesas y tensores: Todos se utilizan para modificar la forma de crecimiento habitual del bonsái y poder corregir cualquier imperfección en la forma de sus ramas o tronco.
• Poda de raíces: Es una técnica para el mantenimiento periódico que permite estimular el crecimiento de raíces nuevas y renovar su capacidad para absorber agua y nutrientes.
• Defoliación: Es la poda estratégica de las hojas para reducir poco a poco el tamaño de las nuevas y así lograr una mejor proporción estética.
• Luz: Al ser árboles, la mayoría de los bonsái necesitan bastante exposición directa al sol, especialmente si dan
LA PALABRA BONSAI SIGNIFICA “ÁRBOL SEMBRADO EN UN RECIPIENTE DE POCA PROFUNDIDAD”.
floración o frutos. Hay algunas variedades que podrían sobrevivir en interiores, cerca de alguna ventana o en la terraza, sin embargo, lo recomendado es sacarlos a recibir luz y ventilación varias veces a la semana.
• Riego: La cantidad de riego necesario para cada árbol depende del sustrato en el que haya sido sembrado y su ubicación –dentro o fuera de la casa–. Si está en piedra volcánica, su riego deberá ser diario, mientras que si fue sembrado en tierra –que tiene la capacidad de retener agua– puede variar de una a tres veces por semana.
• Fertilización: ¡Esta es clave para el desarrollo saludable de un bonsái! Al tener pocas raíces, se le debe suministrar lo necesario para que tenga de donde alimentarse. Los fertilizantes granulares se pueden colocar una vez cada dos o tres meses, mientras que los liquidos se pueden aplicar dos veces al mes.