La magia de controlar la potencia
Ainicios de los años 80, Audi decidió crear un proyecto para ingresar al competitivo mundo del rallismo y probar su última creación, que sin duda alguna vendría a revolucionar el mundo. Los vehículos que hasta el momento dominaban las competencias contaban con motores muy potentes y eran casi prototipos, pero los alemanes decidieron optar por una planta de poder y confiar en la tracción integral como el arma secreta. La llamaron Quattro y no era ni más ni menos que un sistema que ponía en movimiento todas las ruedas, mediante un diferencial inteligente que distribuía la cantidad de potencia a cada tren motríz. Hasta el momento el concepto de tracción integral no era pensado para automóviles, y solo se tenía como una opción para vehículos de trabajo, pero la aplicación que desarrollo Audi dio frutos a la primera prueba. El auto de rally estableció un dominio avasallador y la marca se mantuvo por varios años como el líder en este deporte, perfeccionando el sistema que no tardó en llegar a los autos de producción y eso vino a dar un importante giro en la industria, haciendo autos más seguros. Al tener la tracción en las 4 ruedas, el conductor se evita el peligro de derrapes en terrenos destapados o superficies resbalosas, situación que venía a complementar otros sistemas que estaban comenzando a ver la luz en la creciente industria. Patentado como Quattro, Audi ha optimizado el sistema agregando dispositivos electromecánicos que hacen del sistema uno de los más completos del mercado, con la opción de variar las cargas de distribución de potencia entre ejes, o incluso entre las diferentes ruedas. Actualmente el sistema de tracción trabaja junto a otros sistemas como Control de tracción, frenos antibloqueo y estabilización de dirección, entre otros, ofreciendo al conductor una serie de ayudas a la hora de enfrentar cualquier tipo de terreno.