Saludable desde las finanzas
La felicidad no es sinónimo de muchos bienes o dinero; más bien depende del manejo eficiente de recursos. Esta fue la conclusión a la que llegó un estudio realizado en la Universidad Southampton, Reino Unido.
El estudio afirma que aquellas personas con deudas en tarjetas de crédito, préstamos o hipotecas son tres veces más propensos a sufrir problemas sicológicos.
Para la sicóloga Sandra Ayales, el endeudamiento causa problemas de personalidad. Otro factor, anota la experta, es la idea de llenar vacíos emocionales con bienes materiales, por lo que aconseja buscar un equilibrio.
Carlos Mora, viceministro de Economía, recalcó que la falta de planificación de las finanzas personales y familiares influye negativamente en la salud mental y la relación de la familia.
“No se trata de saber manejar números, si no de realizar cambios en la lista de deseos, caprichos y necesidades, ya que estos son ilimitados a diferencia de los ingresos”, advirtió.
REALICE PRESUPUESTOS
Esta práctica le ayudará a planificar y visualizar sus recursos. Además de evitar los gastos por impulso. Recuerde que los ingresos son los que llevan la batuta en la capacidad de consumo. En sus gastos incluya aquellos que son fijos como el pago de préstamos o los servicios públicos; los invisibles, que corresponden a pequeños gastos que sumados representan una cantidad mensual considerable entre ellos el parqueo, un café, o un almuerzo fuera de casa. Ordénelos según el grado de importancia. Divídalos en necesidades: lo indispensable para vivir como la alimentación, la vestimenta, el pago de servicios; en deseos que se refieren a la calidad de los bienes a escoger, por ejemplo, si elige entre un corte de carne regular o uno fino; y caprichos que son aquellas cosas que solo puede llevar a cabo cuando tiene ingresos adicionales o ahorros como ir a la playa o realizar un viaje al extranjero. Esta práctica le ayudará, en caso de ser necesario, a descartar gastos.
Revise sus hábitos: Antes de comprar algo pregúntese si lo quiere o lo necesita. Cuestiónese si realmente es el mejor momento de compra. Simplifique y elimine excesos.
Aprenda a ahorrar: Determine un monto o un porcentaje de su ingreso para asignar al ahorro. Lo ideal es que sea mayor al 5%, pero no entre en crisis si es menos, lo realmente importante es crear el hábito. Lo ideal es separar esa cantidad el mismo día que recibe el dinero, si lo deja en la cuenta es probable que lo termine gastando.
Crédito: Contar con sistemas de tarjeta resulta ser un medio de pago seguro y eficiente, siempre y cuando procure cancelar a tiempo sus cuentas para evitar intereses. Tenga claro que el financiamiento a través de tarjeta de crédito puede resultar caro.
Viajes con equilibrio: Si usted es de esas personas que los fines de semanas aprovecha al máximo su tiempo no permita que el dinero sea una limitante. Lo único que debe hacer es planificar a mediano plazo las actividades que le demandarán más recursos. Trate de hacer un balance, por ejemplo, si planea ir a la playa el próximo fin de semana y no quiere quedarse en casa este, aproveche los espacios gratuitos para disfrutar, trate de llevar alimentos de su casa y evitar hacer compras de más. Metas realistas: Se vale soñar, pero mantenga los pies en la tierra. Los planes deben ser ejecutables y concretos. Identifique la razón por la que quiere ahorrar. Si desea comprar un sofá, póngale nombre y apellido a ese ahorro. Otro punto importante es tener claro el plazo y procure que sean metas relevantes. Incluya en su lista de prioridades la realización personal, su carrera profesional o mejoramiento de currículum.
No otorgue finanzas: Tenga presente que cuando se convierte en apoyo financiero de una tercera persona en una deuda está entregando sus finanzas a otros.