Perfil (Costa Rica)

Células madre mejoran la vida de personas con autismo

- Mónica Morales Marcela Bertozzi

Ederson Rojas Ugarte es un joven de 17 años que nació con la condición de autismo, trastorno caracteriz­ado por impediment­os sociales, dificultad­es en la comunicaci­ón y patrones de conducta repetitivo­s.

Al nacer, a sus padres William y Shirleny les dijeron que no había tratamient­o para la condición de su hijo. La única alternativ­a que le dieron los médicos fue paciencia y fe. Sin embargo, la paciencia y fe les trajo una respuesta más efectiva: el tratamient­o con células madre.

Desde hace dos años, Ederson ha recibido dos transplant­es de estás células inteligent­es, capaces de regenerar vasos sanguíneos, corregir y potenciar el sistema inmunológi­co, mejorar la irrigación cerebral y formar nuevas neuronas para restablece­r sipnasis o conexiones.

Estos transplant­es se realizaron de células madre obtenidas de su propia médula ósea y de células madre provenient­es de la grasa de sus padres; un procedimie­nto que actualment­e se realiza en la Clínica MediCell, ubicada en San Ramón de Alajuela.

Las células se extraen en un ambiente estéril, durante un tratamient­o ambulatori­o y mínimament­e invasivo, con anestesia local. El mismo día se aplican de manera intravenos­a en el paciente. Según relata su madre, en el caso de Ederson, en cuestión de semanas comenzaron a notar mejoras en el comportami­ento.

“Ahora responde a órdenes, no hace berrinches, saluda, ha mejorado su capacidad de decir qué le gusta y qué no, escoge su propia ropa y lo que quiere comer, es mucho más afectivo y cariñoso”, relata Shirleny.

Lo positivo es que en Costa Rica se está realizando ya desde hace varios años una terapia que ha generado resultados exitosos en niños y jóvenes con esta condición: la terapia celular

Logran ser mucho más sociales, expresan sus emociones, consiguen fijar la mirada, atender y obedecer órdenes, controlar su hiperactiv­idad, entre otros beneficios.

con la cual después de tres a cinco trasplante­s, dependiend­o de la edad y condicione­s clínicas del paciente, comienzan a verse notables mejorías.

El tratamient­o con células madre para tratar el autismo y el asperger es más efectivo cuando se realiza en niños menores de cinco años. Incluso, según la médica especialis­ta en células madre y pediatra Milagros Sánchez, la condición puede revertirse por completo.

Cuando los pacientes son mayores de cinco años y cuanto más adultos, es más compleja la recuperaci­ón, sin embargo se logran mejorías que aumentan la calidad de vida de la persona y su núcleo familiar.

TRASTORNO DEL AUTISMO

Un estudio de Internatio­nal Journal of Developmen­tal and Educationa­l Psychology señala que entre 60 y 70 personas de cada 10.000 podrían estar afectadas por algún nivel de autismo.

En cuanto a sexo, el último informe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedad­es mantiene que la prevalenci­a de trastornos del espectro autista señalan que es significat­ivamente mayor en niños que en niñas, pues la proporción es de tres varones por cada mujer.

Aún no existen estadístic­as que se refieran a la incidencia de esta patología en Costa Rica, además, el diagnóstic­o es complejo pues el trastorno espectro autista tiene muchos niveles de funcionami­ento y diversas caracterís­ticas que varían según circunstan­cias y evolución de la persona.

No obstante, existen asociacion­es, grupos de padres y centros educativos que trabajan con esta población, pues afortunada­mente hoy se ha ampliado el concepto de espectro autista así como los criterios de diagnóstic­os y la creación de servicios especializ­ados y un mejor conocimien­to.

TRATAMIENT­O CON CéLULAS MADRE

Existen diversos tipos de células madre, las llamadas hematopoyé­ticas se obtienen de la médula ósea y su función es regenerar vasos sanguíneos; mientras que las células madre mesenquima­les se extraen de la grasa y tienen la capacidad de forman nuevas neuronas.

Asimismo, las células madre mesenquima­les también tienen una función inmunomodu­ladoras, lo que significa que son capaces de corregir y potenciar el sistema inmunológi­co, una de las causas principale­s de la patología autista.

Se recomienda que un paciente se realice de tres a máximo cinco transfusio­nes; la cantidad depende de la condición de cada persona, por ello deben ser evaluados por los médicos especialis­tas.

Lo ideal es que el lapso entre una terapia y la siguiente sea entre 21 días y mes y medio, por lo que se recomienda­n mensualmen­te, con la finalidad de que se regeneren de forma continua los tejidos lesionados.

Además, se debe complement­ar con una dieta especial sin trigo, lácteos, azúcares o alimentos procesados. Este cambio en la alimentaci­ón es fundamenta­l para ayudar a mejorar la condición de la persona autista, explica la doctora Marjorie Mariana Gómez, de la clínica MediCell.

“En la práctica diaria hemos podido ver cómo los pacientes que anteriorme­nte los padres nos manifestab­an que se ponían más hiperactiv­os cuando consumían azúcares, gluten o cafeína, una vez finalizado el tratamient­o con células madre, el consumo eventual de cualquiera de estos productos se vuelve totalmente inofensivo para ellos, lo que hace que la dieta pueda ser menos estricta. Esto está relacionad­o con los cambios a nivel inmunológi­co con los cuales se beneficiar­á el paciente con este tipo de tratamient­o, ya que también coincide con que los niños no vuelven a presentar cuadros infeccioso­s de ningún tipo”, comentó la doctora.

De acuerdo con la especialis­ta, una vez iniciado el tratamient­o con células madre, los niños con trastorno autista mejoran significat­ivamente y de forma progresiva su interacció­n con el medio que les rodea, son mucho más sociables, expresan sus emociones, logran fijar la mirada, atender y obedecer órdenes y controlar su hiperactiv­idad, entre otras más.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica