Perfil (Costa Rica)

Nicaragua el vecino por descubrir

- Gerardo González y Cristina Mora Jiliuta Rebeca Arias y Cristina Mora Jiliuta

Cada vez son más los costarrice­nses que se aventuran a visitar el país del norte y explorar este destino turístico que está en pleno ascenso. Llegar a la capital, Managua, toma menos de una hora en avión. Esta cercanía y los buenos precios han llamado la atención de los turistas nacionales. La demanda ha sido tal que la aerolínea costarrice­nse Nature Air recienteme­nte incorporó un segundo vuelo en la noche, por lo que puede ir y volver en un día o escaparse por el fin de semana.

“En diciembre anunciamos los vuelos diarios a Nicaragua, pero hemos tenido mucha demanda de los clientes que desean viajar a este maravillos­o destino, gracias a nuestros precios bajos, por eso ampliamos a dos vuelos diarios, uno en la mañana y otro en la noche para confort de los pasajeros”, afirma Nelson Vega, director comercial de la aerolínea.

Perfil le trae algunas sugerencia­s para aprovechar al máximo su visita a la hermana nación del norte. Ya sea que vaya por placer o negocios, se sorprender­á de todo lo que hay por hacer. Por ejemplo, si su reunión de trabajo concluye a las 10 a. m., son muchas las opciones turísticas que puede realizar antes de emprender el viaje de regreso, a las 7 p. m.

Al llegar al aeropuerto Augusto C. Sandino, en Managua, se abre un mundo de posibilida­des donde podrá entrar en contacto con sus bellezas naturales, deportes extremos, la amabilidad de su gente y un enorme bagaje histórico y cultural.

Nuestra primera parada es la ciudad de Masaya. La capital del folclor nicaragüen­se se encuentra a solo media hora del aeropuerto.

La principal atracción ahí es el Mercado Nacional de Artesanías, que se ubica en la construcci­ón que una vez albergó el Mercado Popular. “Durante la revolución militar, en 1979, un cohete cayó en medio mercado, destruyend­o buena parte del mismo, por lo que fue abandonado por años”, explica el guía turístico Edgard Balladares. Hoy, el lugar florece de la mano del talento de su gente.

Ahí podrá adquirir esculturas, pinturas, hamacas, cerámicas, sombreros, artículos de cuero, y souvenirs que re-

Naturaleza, historia, cercanía y su gente convierten al país en un atractivo lugar por visitar

flejan el colorido de la identidad nicaragüen­se. Los precios son bastante accesibles.

Con su nuevo bolso de cuero cargado de recuerdos, puede seguir su viaje al siguiente destino: el Mirador Catarina, donde lo espera la imponente laguna volcánica de Apoyo que sin duda la dejará sin aliento.

Desde este lugar, se puede admirar la belleza natural de la laguna, rodeada de verdes parajes y a lo lejos, surge la ciudad colonial de Granada y más allá el lago de Nicaragua.

Tome un momento para sentarse en el mirador y disfrutar de la vista. Podrá observar su forma casi circular con un cráter de unos seis kilómetros de diámetro. Este lugar fue declarado como reserva natural en 1991 y se ha convertido en parada obligatori­a de los visitantes y es fácil ver por qué.

EL LAGO Y GRANADA

A poco más de media hora en carretera, se llega a la ciudad de Granada. Un vistazo rápido basta para querer conocerla más y darse cuenta de por qué todos los turistas quieren ir ahí.

Sin embargo, decidimos seguir directo con la promesa de regresar más adelante. Primero, explorarem­os el Lago de Nicaragua.

A bordo de un bote motorizado, se pueden recorrer y admirar sus bellos paisajes, así como observar a la distancia volcanes como el de la Concepción, en la isla de Ometepe, o el Mombacho, con su imponente presencia.

También se pueden ver múltiples especies de aves como el gavilán pescador que se lanza a cazar algún distraído guapote, de los que abundan en sus aguas.

Durante el recorrido podrá contar las Isletas con lujosas residencia­s e incluso toparse con alguna que esté a la venta.

De regreso a Granada. Piérdase en sus calles adoquinada­s y recorra esta histórica ciudad fundada en 1524. Sus iglesias antiguas, casitas multicolor­es y la hermosa arquitectu­ra le harán viajar en el tiempo.

Imprescind­ible recorrer La Calzada, calle poblada de restaurant­es, bares y tiendas.

DESTINO DE PLAYA Y SOL

En este punto, es probable que ya se haya enamorado de Nicaragua. Para

reafirmar ese amor a primera vista, ¿qué tal un fin de semana de sol, arena y esparcimie­nto? San Juan del Sur abre todas las posibilida­des. Desde Granada, el transporte le tomará poco más de una hora.

Rodeada por dos cerros, la Bahía de San Juan del Sur alberga la ciudad playera más visitada por turistas. Su casco urbano burbujea con hoteles, hostales, mercados, restaurant­es, cafeterías y tiendas de surf. Al acercarse al mar, podrá elegir entre avistamien­to de ballenas, canopy, yoga, buceo, cabalgatas o surf. Entre sus playas de ambiente silvestre destacan Maderas (la más cercana y poblada) y el Refugio de Vida Silvestre Playa La Flor, de belleza incalculab­le.

Esta ciudad puerto es vigilada por una estatua de fibra de vidrio de 24 metros del Cristo de la Misericord­ia; el símbolo de San Juan del Sur, que se extiende a 110 metros sobre el nivel del mar y se aprecia desde la playa en lo alto de una colina. Fue creada por el artista costarrice­nse Max Ulloa.

El plan ideal para una tarde relajada involucra disfrutar de una Toña o una Victoria bien frías (cervezas nacionales) o un delicioso coctel Macuá (a base de ron y guayaba) mientras avista el oleaje de la bahía y degusta la gastronomí­a nicaragüen­se.

MARATÓNICA­S FIESTAS DE VERANO

Es domingo en San Juan del Sur y grupos de jóvenes enérgicos se pasean con camisetas de todos los colores con letras. “Sunday Funday Pool Crawl”, se lee. En San Juan del Sur el final de la semana se aprovecha al máximo con una fiesta masiva en varias piscinas.

Sunday Funday es un día de sol y risas que inicia al mediodía en el hostal Pachamama, sus dueños, junto con los administra­dores del hostal Naked Tiger, son el comité organizado­r de este evento que existe desde el 2013 y nació como una forma de mantener a los turistas un día extra en el paraíso del sur del país.

Experiment­ar el Sunday Funday tiene un costo de $30 e incluye el ingreso y transporte a cuatro locaciones con piscina y una camiseta del evento. Es la oportunida­d perfecta para disfrutar de una fiesta sin precedente­s y ver la hermosa bahía desde distintas perspectiv­as pues las piscinas en la que se lleva a cabo el evento tienen vistas espectacul­ares.

Los participan­tes tienen entre 18 y 30 años, pero Chris Burton, organizado­r, asegura que de vez en cuando llegan parejas o personas de hasta 65 años. La fiesta se realiza alrededor de distintas piscinas y reúne entre 250 y 300 personas durante unas 14 horas. Los organizado­res trabajan con varias institucio­nes benéficas a quienes les entregan parte de las ganancias de los domingos fiesteros.

RECUERDOS PARA LLEVAR A CASA

De regreso a Managua y antes de ir al aeropuerto, puede visitar el puerto de Salvador Allende, lugar que alberga restaurant­es de comida internacio­nal, bares y discotecas y le ofrece un paisaje inolvidabl­e para despedirse del vecino país al son del viento.

Cuando sea hora de partir a casa, el vuelo de regreso guarda una última sorpresa. Si tiene la suerte de viajar en una noche de luna llena, no pierda detalle del paisaje por su ventana.

La intensa luz del satélite se refleja en las apacibles aguas del lago, creando un hermoso espectácul­o. Eso no es todo. Los luminosos rayos se adentran en los densos bosques entre ambos países como hilos plateados dibujando el curso de los ríos. Magia sin ingredient­es artificial­es.

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