Acoteama, el poder de los canes terapeutas
Acoteama tiene ya seis años de trabajar la terapia asistida con perros y otras mascotas y ha alegrado el corazón de más de 2.000 familias.
En los corredores del Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell comienza a escucharse un barullo, risitas y aplausos tímidos. La emoción se siente en el aire cada jueves : “¡Hoy vienen los perros!”.
El contoneo de Edmond y Jack, su jadeo y el choque de sus patas peludas contra el piso son motivo de que se respire alegría en toda la institución. Uno de los más efusivos es Caleb Sánchez, quien recibe terapia con perros desde hace tres años.
Caleb tiene 12 años, es sordo, tiene autismo leve y problemas del comportamiento. Pocos logran que se concentre como Edmond y Jack.
Su madre, Karol Céspedes, detalló que la mejoría de Caleb es innegable: ahora es más tranquilo, sigue las reglas y escucha con detenimiento tanto en casa como en la escuela.
Como Caleb, 2.000 pacientes se han beneficiado con la labor de la Asociación Costarricense de Terapia Asistida con Mascotas (Acoteama).
Grettel Sánchez y Jorge Fallas son una pareja de profesionales pensionados y los padres de esta asociación sin fines de lucro que lleva intervenciones asistidas por mascotas a personas con discapacidad, adultos mayores y a pacientes con enfermedades terminales.
Acoteama fue el pase de salida de la depresión para Grettel. Diagnosticada con la enfermedad degenerativa lupus, esta educadora se vio pensionada antes de tiempo.
Su rehabilitación comenzó el día que debió tirarse de la cama para ayudar a su perrita con el nacimiento de sus cachorros. Los canes le ayudaron a recuperar la sensibilidad y le levantaron el ánimo.