Dilemas con las visitas
Aunque esto casi nunca ocurre en nuestro país (casi nadie llega a tiempo), a veces un invitado puede presentarse antes de lo convenido. Lo correcto es pasarlo a la sala y ofrecerle algo de tomar, nunca le reclame. Ponga música y usted continúe lo que estaba haciendo. invitó, debe analizar si puede colocar un puesto más en la mesa y en este caso, lo considerado sería servir porciones más pequeñas para usted y su pareja. O bien, llamar a la persona aparte y hacerle ver que la invitación era para ella sola y que no dispone de espacio para alguien más.
Esto puede ser molesto, pero recordemos que después de haber preparado nuestra actividad con tanta dedicación, nadie tiene derecho a sabotearla, nada más porque tuvo la falta de delicadeza de llegar acompañado sin avisar previamente. En este apartado, conviene recordar la importancia de hacer previamente todas las confirmaciones del caso.
Es deber del anfitrión la seguridad de sus amigos, así que si algún amigo se pasa de copitas, pídale un taxi o solicite que alguien más lo lleve a su casa. Nunca permita que un invitado pasado de licor conduzca. Por otro lado, si ese “amigo” se encuentra en estado impertinente con los invitados, apártelo del grupo con delicadeza y hágale saber que debido a su estado “mejor se retira”.