Otros pronósticos oficiales
pesca y las comunicaciones son los principales pilares de su criterio.
El país que poco a poco había logrado relativa estabilidad mediante el impulso del comercio exterior, las inversiones públicas y altos ingresos por remesas, dejando atrás los efectos el golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya y una tasa negativa de crecimiento (-2,1%), vuelve a caer en el limbo.
“La evolución de la balanza comercial, estimulada por aumentos de 6,8% en las exportaciones y 6,7% en las importaciones, es una buena base, pero habrá que ver si los números se sostienen”, expresa Julio Raudales, presidente del Colegio de Economistas de Honduras. Adicionalmente, el derrame hacia la microeconomía no llega, los riesgos de un retroceso por las presiones sociales y los factores externos instala preocupaciones y los economistas y analistas financieros vigilan atentos la tendencia poscrisis.
Río revuelto
Como en todos los países en desarrollo, los pronósticos pueden sufrir alteraciones y no precisamente positivas. “La característica de estos factores económicos es que ninguno parece ser sostenible en el tiempo”, señala Hugo Noé Pino.
Para Ismael Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (FOSDEH), el crecimiento moderado que vive el país es favorable, pero insuficiente para romper el ciclo de la pobreza.
“La población crece a un ritmo del 2,0% y quienes menos tienen pagan más impuestos. Honduras es uno de los países con mayor desigualdad en la región y el crecimiento económico solo se refleja en la macroeconomía, puesto que la pobreza alcanza al 66% de la población y un 71% de los trabajadores son subempleados que reciben menos del salario mínimo. El crecimiento Durante la presentación del Programa Monetario 2017-2018, Manuel Bautista, director del BCH, apuntó que en 2018 se espera captar US$4.255 millones en remesas (US$204 millones más que en 2017), dependiendo de las políticas migratorias que aplique Estados Unidos.
Las exportaciones podrían crecer un 4,9% (1,3% más que en el periodo anterior) por la mejora de los bienes de transformación y un mayor volumen en el comercio de productos claves, como café y aceite de palma africana; las reservas internacionales cubrirán el equivalente a 4,5 meses de importaciones; el producto interno bruto aumentará entre 3,7% y 4,1% –Bautista cree que puede llegar incluso hasta 4,3%– y la inversión extranjera directa superará los US$1.126 millones. debería ser distributivo, incluyente y sostenible”, precisa.
A su criterio, el gran desafío es ampliar la inversión y generar condiciones que desarrollen los rubros que impactan positivamente en la economía, como la manufactura, el turismo y la maquila, entre otros. Por otra parte, acciones pendientes del gobierno de Estados Unidos son otro factor que incidirá en el futuro de Honduras.
“Lo que acuerde en torno al tema de los migrantes indocumentados que residen en ese país y de los que gozan de estatus temporal podría reducir sensiblemente el ingreso de las remesas y en relación con el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), por proteger los intereses de sus empresas podría trastornar los volúmenes de comercio y montos en la inversión extranjera”, anota Santiago Herrera, gerente del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de la patronal hondureña COHEP.