Promover hábitos saludables y planes de movimiento.
Contemplar cualquier disciplina de ejercicio, prevención y revisión del estado de salud de los colaboradores son políticas que deben ser aplicadas con mayor intensidad en las empresas. Compañías consolidadas, en su mayoría, ya ejecutan ese último punto, pero los expertos opinan que aún hay un amplio margen de acción mediante la aplicación de convenios con centros de bienestar, clínicas psicológicas y programas de interés diverso: arte, música y teatro. Incluso programas de meditación y yoga deberían ser incorporados a la dinámica empresarial, así como el coaching grupal para orientar y respaldar los esfuerzos que hacen los colaboradores para cambiar los malos hábitos por un nuevo estilo de vida que sea de bienestar para ellos.