A PASO SEGURO
LA ESTABILIDAD MARCA EL CAMINO DEL SECTOR ASEGURADOR DE AMÉRICA CENTRAL ESTE 2018.
En su mayoría, las compañías de seguros de la región, junto a las de República Dominicana muestran sólidos balances de operación, con buenos niveles de rentabilidad, liquidez y capitalización.
Durante el 2017, sus ingresos por primas alcanzaron los US$6.157 millones, equivalentes a un incremento del 9% respecto a los resultados obtenidos durante el año 2016 (US$5.639 millones).
131 empresas activan la economía del sector. Las de Panamá, Costa Rica y República Dominicana repre- sentan el 62% del mercado. Ese último país muestra el mayor dinamismo y crecimiento del periodo (+18%), con 31 empresas, encabezadas por Seguros Universal, Seguros Reservas y Mapfre BHD. Esas tres compañías cubren el 50% del mercado.
Honduras mostró el mayor repunte en la región: 14% vs. 2,8% durante el 2016. Ficohsa Seguros, de capital local, lidera el mercado, seguida por Mapfre Seguros. El mayor desarrollo se centró en la comercialización de seguros personales y un control adecuado de la siniestralidad y el gasto, atribuido a buenas prácticas, principalmente en compañías asociadas a los grupos financieros.
Costa Rica, el tercer país en crecimiento de primas, mantiene a un ritmo con constante del 11% con respecto a 2016. El estatal Instituto Nacional de Seguros (INS) sigue siendo el actor principal de todo el sistema, con un crecimiento en primas del 7,8% respecto al año anterior, las cuales son casi el triple de las primas totales del panameño Assa, su más próximo competidor. También es número uno en activos, patrimonio y utilidades.
Panamá destaca como el primero por primas ingresadas a nivel regional (US$1.471 millones), pero su crecimiento interno apenas fue de 5,4%. ASSA Panamá sigue dominando en la lista de las 26 empresas de seguros del país, seguida por Internacional de Seguros, Mapfre y Suramericana de Seguros.
Guatemala fue otra de las naciones que presentó un crecimiento importante (10%) y superior al reflejado
durante el 2016 (8,5%). Seguros El Roble y Seguros G&T lideran el mercado, mostrando su potencial a través de líneas personales y negocios masivos. En cuanto a Nicaragua, la tasa de crecimiento fue similar al año anterior: 7,8% frente a un 7,2%. Sin embargo, sigue siendo la cenicienta de la actividad aseguradora centroamericana en primas (US$215 millones) y tiene la menor cantidad de aseguradoras (5), que conservan una participación y un posicionamiento muy similares a los periodos anteriores. Allí, Seguros América lleva la batuta, seguido por el Instituto Nicaragüense de Seguros y Reaseguros (INISER). Detrás van tres empresas regionales: Lafise, ASSA y Mapfre. El único país con decrecimiento fue El Salvador (-3%). Se estima que los resultados fueron afectados por la transición de grupos internacionales a regionales, algunas cancelaciones de cuentas gubernamentales y la eliminación de la doble contabilización del ramo de pensiones.
Movimientos destacados.
ASSA logró un crecimiento del 6,5% y se convirtió en el único grupo local con presencia en todos los países del Istmo, tras obtener el aval de los regulares para consolidar la compra del 100% de las operaciones de la estadounidense American International Group (AIG) en Guatemala, Honduras, El Salvador y Panamá. La transición se inició el octubre de 2016.
“Esta transacción nos permite avanzar hacia nuestro objetivo de ser la principal aseguradora en América Central al sumar los negocios y el equipo profesional de AIG y servir a una amplia clientela. Desde el inicio del proceso, desarrollamos un plan de integración minucioso que ha permitido mantener la continuidad operativa en beneficio de todos los colaboradores, asegurados, corredores de seguros, reaseguradores y socios. También hemos avanzado en la incorporación de los negocios adquiridos a nuestra estructura corporativa, avocados en la preservación del valor y firmaremos un acuerdo comercial con AIG que nos dará acceso a procesos, productos, recursos técnicos y capacidades de reaseguro”, comenta Eduardo Fábrega, CEO de la organización.
AIG también se deshizo de sus divisiones en Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, Venezuela, entre otros países, aduciendo que se iba a enfocar en mercados más maduros y con mayor potencial de crecimiento rentable.
El otro actor con operaciones en toda la región, incluida República Dominicana, es el español Mapfre.
Cabe destacar también el fuerte incremento en pri-
mas de la empresa Humano Seguros (380%), en República Dominica, la cual pasó de la sexta posición a la cuarta, tras la absorción de Seguros Vivir.
Entretanto, tras nueve años del rompimiento del monopolio de seguros en Costa Rica, que estuvo vigente por 84 años, hoy existen 12 nuevos actores, que año con año fortalecen su posición en ese mercado. Sus crecimientos superan la tasa de la compañía estatal (INS) y han llegado a superar incluso más del 40% de ingresos por primas reflejados anualmente, como es el caso de Oceánica de Seguros.
Visión experta
Un informe de Fitch Ratings, calificadora de riesgos, coincide en que el sector muestra fundamentos estables e incluso considera que está bien posicionado para enfrentar los retos del entorno económico y político de este año, como presiones en la deuda soberana en el caso de El Salvador, un déficit fiscal mayor en Costa Rica y los impactos por la reciente decisión de Estados Unidos de no renovar el Estatus de Protección Temporal a migrantes centroamericanos. Eso podría afectar, a mediano plazo, el volumen de remesas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, principalmente, que son países donde ese rubro representa una proporción relevante de su producto interno bruto (PIB). Según la agencia, se mantiene un amplio potencial de expansión ya que su penetración apenas representa un 1,5% del PIB, contra 5% en Chile, 4% en Brasil y 3% en Colombia, por citar algunos ejemplos. Las líneas personales y su comercialización en canales no tradicionales ofrecen el mayor potencial. Fábrega comparte esa visión y piensa que el gran desafío de la industria en América Central y el Caribe es concientizar a la población sobre la necesidad y beneficios de estar asegurado.
“Este año plantea además retos importantes en innovación, automatización de los servicios y procesos, con la única finalidad de mejorar la experiencia del cliente y que sus trámites sean mucho más simples, sobre todo los relacionados con reclamos que suelen ser los procesos más complejos y con mayor papeleo”, reflexiona.
Fitch también señala que en 2017 hubo aumentos en tarifas y se implementaron políticas de suscripción más conservadoras en líneas de seguro con frecuencia alta en siniestralidad, como autos y salud, que se estarían consolidando en 2018. La entidad también espera que el índice de siniestralidad neta (55% a septiembre de 2017) y el índice combinado (91%) continúen bajando –en 2016 fueron de 61% y 95%, respectivamente–.
En lo concerniente a la posición de capitalización y niveles de apalancamiento, su pronóstico es que se mantendrán adecuados, “resultado de una buena rentabilidad, proporciones razonables de reinversión de resultados en la mayoría de compañías y marcos regulatorios conservadores, particularmente en Costa Rica. Esto seguirá respaldado por amplias protecciones de reaseguro disponibles y exposiciones patrimoniales adecuadas en la región, lo que ha permitido hacer frente a ciertos eventos catastróficos”.