BLOCKCHAIN IRRUMPE PARA CAMBIAR LA MANERA DE INTERCAMBIAR DATOS
ESPECIALISTAS DE QIL+4 ABOGADOS INDICAN QUE LA TECNOLOGÍA IMPACTARÁ EN EL ÁREA LEGAL.
El Blockchain tiene un inmenso potencial, pero el marco legal de la región debe prepararse.
Blockchain, la tecnología detrás del Bitcoin, nació en el 2009 y ha llegado de forma disruptiva a cambiar la forma de compartir datos. The Harvard Business Review la incluyó como una de las ocho tendencias tecnológicas que irrumpirá en varias industrias, incluyendo el área legal.
Alejandro Cofiño, socio de QIL+4 Abogados explica que “con la plataforma de blockchain –que podría traducirse como procesos en bloques entrelazados como las cadenas de plástico de colores con las que jugábamos de niños– podemos pensar en un mundo con procesos, transacciones y contratos inteligentes (smart contracts), basados en codificación digital, almacenados en plataformas electrónicas y protegidos de cualquier eliminación, alteración o manipulación”.
El especialista agrega que se trata de una plataforma digital o un registro inmutable y distribuido, que recopila y guarda información en diferentes bloques. “Imaginemos que cada uno de esos bloques son un eslabón de esa cadena de plástico de colores que mencioné antes y pueden almacenar y guardar diferente tipo de información. Por ejemplo, en el caso de Bitcoin, los bloques guardan información sobre transacciones financieras en las cuales se utiliza esta criptomoneda”.
Por su parte, Mauricio Duarte, asociado de QIL+4 Abogados, destaca que los datos forman de manera colectiva una cadena de bloques que se almacenan en varios nodos o servidores, lo que garantiza que ninguna persona o entidad pueda manipularlos o alterarlos, sin que el resto sepa. “En otras palabras, sería prácticamente imposible cambiar una entrada en la base de datos porque requeriría cambiar todos los datos anteriores en cada uno de los nodos. Una característica muy importante de blockchain, que la distingue de las tradicionales bases de datos, es que se puede verificar públicamente, lo cual respalda su integridad por la transparencia del sistema”, enfatiza. A juicio de Alejandro Cofiño, esa tecnología podría impactar el ámbito legal en el mediano plazo: “En un futuro cercano podemos esperar que un proceso judicial, un arbitraje o un contrato, por mencionar algunos ejemplos, se manejen por medio del blockchain. Cada proceso, actividad o acuerdo entre las partes tendrá un récord digital que puede ser claramente identificado, validado, guardado y compartido. Eso hace que tenga un inmenso potencial”.
Añade que “al contar con una base de datos distribuida que queda registrada de forma segura en cada etapa del proceso, las partes en un juicio, arbitraje o negociación de un contrato tendrán plena accesibilidad, precisión y seguridad sobre el tema de que se trate, dándo certeza y propiciando celeridad en la resolución de conflictos o transacciones”.
Según el especialista, dicha herramienta podría llegar a América Central en los próximos cinco años, sin embargo, advierte que la región aún no está preparada. “Algunos países de Latinoamérica tienen regulaciones o disposiciones sobre el tema Fintech en general o criptomonedas, pero estamos empezando”.
En el caso de su firma, se está capacitando en esos innovadores rubros. “De hecho, dos de nuestros asociados están muy metidos en el tema y en sus maestrías realizadas en el extranjero, han tomado cursos afines, incluyendo smart contracts y el futuro de la codificación”.