Altas carencias de infraestructura
SEGÚN EL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO (BID), LA REGIÓN DEBERÍA INVERTIR UN 5,0% DEL PIB EN INFRAESTRUCTURA. ACTUALMENTE INVIERTE SOLAMENTE UN 3,5%.
Hacer una descripción de la infraestructura de América Central implica hablar de desigualdades entre los países del área, así como problemas en la planificación, diseño, ejecución y gestión de infraestructura. Sin embargo, también debe hacerse mención del esfuerzo de algunos países por invertir en proyectos que no solo buscan fortalecer sus economías sino también el comercio de la región.
Ante ese panorama, para generar un mayor comercio y crecimiento económico en la región se requieren inversiones en infraestructura productiva en general, afirma René Cortés, especialista en Transporte del BID en Guatemala. “Se debe seguir invirtiendo para convertir los corredores de transporte en corredores logísticos y en este ámbito destaca también la necesidad de invertir en las principales infraestructuras relevantes para el comercio externo de los países (puertos, aeropuertos, pasos de frontera), orientándose a la multimodalidad”, agrega.
Impacto de la baja inversión
La falta de inversión en infraestructura se traduce esencialmente en costos de transporte elevados los cuales representan un obstáculo para el comercio. Por tal razón, según Ruby Asturias, socia en la Consultora EY, es esencial buscar apoyo económico y lograr que la banca internacional y local, así como los inversionistas deseen invertir su dinero en la región. “En la medida que se mejore la infraestructura vial, aeroportuaria y las terminales marítimas y de carga; generamos un impacto de interconexión óptimo. Es un imperativo hoy, mejorar la infraestructura”, afirma.
Según Asturias, una de las fortalezas de la región es que todos los países tienen el marco legal adecuado para poder desarrollar América Central a través de Alianzas Público Privadas. Sin embargo, no existe consenso acerca de las ventajas sobre otras formas de contratación que pueden usar los Estados.
“La inversión privada como porcentaje del PIB es muy baja comparada con la inversión pública. Ahí existe una gran oportunidad para financiar los grandes proyectos de infraestructura que se requieren en la región”, agrega el especialista del BID.