MÁS OBRAS EN EL HORIZONTE
CONSTRUCCIONES SE CONCENTRARÁN EN EL SECTOR RESIDENCIAL Y DE OFICINAS, AUNQUE LOS EDIFICIOS DE USO MIXTO VAN GANANDO TERRENO EN GUATEMALA.
Sepronostica que los seis países en la región tendrán un año movido en cuanto al desarrollo inmobiliario, con variaciones en el ritmo de crecimiento y el área principal de construcción. La situación económica, políticas internas y las condiciones para atraer inversión extranjera directa (IED), así como la demanda de inmuebles serán algunos de los elementos determinantes. Expertos de Cushman & Wakefield | AB Advisory afirman que en El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua se viene dando una gran demanda de oficinas de parte de compañías que tienen operaciones de manufactura, call centers y maquila. En Costa Rica y Panamá también hay demanda de oficinas, pero de Clase A, ya que estos países han atraído compañías cuyo enfoque de negocio demanda instalaciones con más dotaciones.
En el ámbito residencial, destaca que en Guatemala está creciendo el interés por el desarrollo de complejos de uso mixto –combinan residencias, comercio, oficinas y espacios de entretenimiento y descanso–, tal como ocurre ya en Costa Rica.
Triángulo norte al alza
El crecimiento de la construcción se espera que ronde el 6% en Honduras, 2,5% en El Salvador y 2,4% en Guatemala.
En tierras salvadoreñas, la proyección es que este año se realicen 56 proyectos, entre oficinas, apartamentos y locales comerciales, en el Gran San Salvador, Santa Ana y San Miguel, principalmente. La inversión podría rondar los US$664,9 millones, de acuerdo con la Cámara Salvadoreña de la Construcción.
“Vemos que la comercialización de vivienda usada con precios menores de US$250.000 está teniendo bastante movimiento; el mismo movimiento se percibe en los arrendamientos de hasta US$1.500 mensuales”, afirma Wilfredo Arévalo, presidente de la junta directiva de la Cámara Salvadoreña de Bienes Raíces. En Guatemala, por su parte, se están dando dos tendencias muy fuertes y que se potenciarán: la edificación de proyectos de uso mixto y los apartamentos o vivienda vertical.
La primera inició hace unos dos años y en este momento ya se comercializan proyectos, principalmente en las zona 13, 10 y 4 de la Ciudad de Guatemala. Los desarrollos verticales están surgiendo más en zonas de la ciudad menos fuertes en el campo comercial y en municipios aleda-
ños, según Hugo Bosque, presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (ANACOVI).
Un ejemplo de uso mixto es Paseo Cayalá, el cual tiene: residencias high-end, cuyo valor está por encima del millón de dólares, apartamentos de un costo mucho más económico, pensando en la gente que trabaja en las mismas empresas ubicadas en el lugar, para que puedan comprar un activo, afirma Priscilla Arguello – Asociada Senior – División de Agency Leasing, de Cushman & Wakefield | AB Advisory.
En el campo comercial y de oficinas, los desarrolladores se están inclinando por edificios con conceptos innovadores y centros de conveniencia cercanos a las áreas residenciales. Entretanto, el sector industrial apunta a complejos de ofibodegas grandes, un poco más retirados de la ciudad, cuenta Pedro Ramírez, presidente de la Cámara de Corredores de Bienes Raíces.
En el caso de Honduras, la inclinación es hacia la construcción de torres de apartamentos y corporativas, en auge tanto en Tegucigalpa como en San Pedro Sula. No obstante, una buena parte del impulso a la construcción viene por inversiones que están haciendo el sector público en obras de infraestructura vial, puertos y aeropuertos, entre otras.
Se espera que para 2018 las inversiones totales del sector sean mayores a los US$1.200 millones alcanzados en 2017, según la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), año en que la construcción privada en Honduras se expandió en 4,4%. Al 25 de mayo del año en curso se están ejecutando 19 proyectos de infraestructura general, financiados con recursos de la cooperación internacional y fondos nacionales, con un valor de US$188 millones.
Oferta variada
Costa Rica y Panamá también esperan un panorama positivo en la construcción para este año.
En suelo costarricense, el sector residencial se decantará aún más hacia la construcción vertical. Eso quedó en evidencia en la pasada edición de la ExpoConstrucción, en la cual el 50% de la oferta de proyectos estaba enfocada en nicho.
Eso responde a que “las nuevas generaciones, como los Millennial, vienen con una clara determinación de vivir cerca de fuentes de trabajo, para mejorar su calidad de vida al no tener que invertir tanto tiempo en desplazarse”, afirma José Luis Salinas, miembro de la Junta Directiva de la Cámara Costarricense de la Construcción. El área comercial es donde podría presentarse una merma, ya que se considera que “está saturada” por sobreoferta.
Salinas comenta que luego de la construcción del megaproyecto Oxígeno, que combina entretenimiento, deporte, gastronomía, compras y los espacios verdes en la provincia de Heredia, no ve posibilidad de que se pueda abrir algún otro mall en los próximos años en el país.
“Es fácil darse cuenta de eso al ver el nivel de ocupación en los malls; hay muchos espacios cerrados o bien rótulos que solo dicen: “Próximamente”. Cuando Oxígeno abra sus puertas terminaremos de ver algunos cambios en cuanto a la composición y el funcionamiento de los grandes centros comerciales actuales”, acota. En cuanto a ubicaciones, el Gran Área Metropolitana (GAM) continúa acaparando el desarrollo inmobiliario y la construcción; específicamente, en San José, Alajuela, Heredia y Cartago. A nivel de centros corporativos o de oficinas, la tendencia se da más hacia el oeste del GAM, aunque sobresalen movimientos en Heredia y en el este de San José, puntualiza Alberto Bonilla, director de Desarrollo de la empresa Garnier & Garnier.
En lo referente a Panamá, las ciudades que registran mayor número de construcciones de viviendas son Colón, Santiago, David y Aguadulce. Sin embargo, la tendencia es vivir en el centro de la ciudad de Panamá y cerca de parques, de ahí que residencias más pequeñas y funcionales son las que están marcando pauta. Se estima que el 85% de los compradores son jóvenes que buscan apartamentos pequeños a precios razonables.
“Hay una gran demanda en el nicho de casas y apartamentos de US$120 mil para abajo y la oferta se está quedando corta. También vemos que unidades de en-
tre US$120 mil y US$150 mil tienen una oportunidad enorme de crecimiento en la demanda y allí está el negocio en este momento”, aduce Aldo Stagnaro, de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (Acobir).
El área que prende luces de alerta es la de oficinas, ya que se estima que hay más espacios de ese tipo vacíos que ocupados por falta de demanda.
Alrededor del 40% de las nuevas oficinas disponibles en el país están desocupadas, lo que ha frustrado a los promotores. Entre el 2018 y 2019, se espera que solo 130.000 m2 de oficinas sean completados, lo que permitirá nivelar la demanda con la oferta. La industria de la construcción panameña está en proceso de recuperación, luego de la huelga del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), que se prolongó por más de un mes. Dicho movimiento afectó a 266 proyectos de construcción en todo el país y dejó pérdidas económicas que superan los US$800 millones.
A la expectativa
La crisis social que enfrenta Nicaragua atenta contra las proyecciones positivas que tenía la nación y le pone un freno. En enero pasado el Banco Central de Nicaragua proyectó un crecimiento de 9,9% para el sector construcción en su informe Proyecciones Macroeconómicas 20172018 que no llegará a cumplirse.
Las autoridades tenían una serie de obras públicas planeadas que están en entredicho, como la construcción de la carretera de Malacatoya a Victoria de Julio, de concreto hidráulico. A eso se sumaban proyectos de bodegas y edificios del régimen de zonas francas y la construcción de viviendas populares.