Hacia una región más ecoamigable y responsable
Cada uno de los países en América Central suma esfuerzos en diferentes campos para convertir a la Responsabilidad Social Empresarial en un pilar de sus sociedades.
CADA PAÍS DE AMÉRICA CENTRAL SUMA ESFUERZOS EN DIFERENTES CAMPOS PARA CONVERTIR A LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN UN PILAR DE SUS SOCIEDADES.
Comenzó con esfuerzos aislados de compañías que pretendían compensar el impacto de sus operaciones. Hoy la Responsabilidad Social Empresarial tiene todo un marco de planeación y ejecución sostenible. Las políticas del sector se están orientando a ayudar a cumplir con los 17 objetivos de desarrollo sostenible, asumido por la Organización de Naciones Unidas en 2015 para la reducción de la pobreza, la protección del medio ambiente y la igualdad de género, entre otros aspectos. Esto dentro de una estructura que compete a todos los actores de la sociedad, no solo a sectores específicos. Incluso, se promueve que, poco a poco, se involucren las pequeñas y medianas empresas, mediante las llamadas cadenas de valor, según comenta Martin Walter, coordinador técnico de la Red IntegraRSE, alianza de organizaciones privadas que apoyan la RSE en la región.
La variedad de acciones responsables que se aplican es amplia, pero visualizaremos las nuevas tendencias predominantes en cada nación.
Hacia la transparencia y calidad
La RSE en Guatemala es entendida como una filosofía con visión de largo plazo en una gestión de triple utilidad, con impacto en tres grandes áreas: la sociedad, el medioambiente y la economía.
A partir de esos ejes se desarrollan diversas acciones, una de ellas está vinculada con prácticas anticorrupción y otra a la cadena de valor, estableciendo niveles de cumplimiento para los proveedores.
“La principal demanda de la sociedad guatemalteca es que las empresas sigan principios éticos, de transparencia y anticorrupción. En este sentido, más de 40 se han venido preparando en la norma ISO 37001 que es la antisoborno”, asegura Juan Pablo Morataya, director ejecutivo de CentraRSE, con más de 100 afiliados. En materia ambiental, las acciones están encaminadas a la prevención de desastres y
5% AUMENTA CADA AÑO LA INVERSIÓN DE LAS EMPRESAS A LOS PROGRAMAS
DE RSE, DE ACUERDO CON CENTRARSE.
el cambio climático. En ese ámbito se incluyen todos los proyectos del uso eficiente de los recursos que están implementando las empresas.
Con la pasada erupción del volcán de Fuego, CentraRSE fue la entidad encargada de articular y canalizar ayudas privadas dadas para la emergencia. Esa organización, con el apoyo de BAC Credomatic, creó un mecanismo para recolección de fondos y hasta la fecha han alcanzado más de un millón de quetzales que se destinarán a acciones de reconstrucción en las zonas afectadas por la
erupción, con mucho énfasis en infraestructura escolar.
La dimensión social también tiene su espacio. Se están haciendo grandes esfuerzos en el tema de derechos humanos y, por ejemplo, las empresas están trabajando para garantizar el cumplimiento de las garantías de su equipo de trabajo. El go- bierno guatemalteco incluso dará un re- conocimiento a todas las que contraten a personas de grupos vulnerables.
Apuesta por la sostenibilidad
En Honduras también es incremental la toma de conciencia sobre el impacto positivo de la RSE. Cada vez son más las organizaciones que aplican prácticas sostenibles en los alrededores de sus instalaciones y a nivel interno, como un instrumento de desarrollo.
Cien empresas están asociadas a la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (FUNDAHRSE), número que aumenta año tras año por líderes que desean fomentar el crecimiento de sus colaboradores y de las comunidades beneficiadas con sus proyectos.
Un eje central de las campañas impulsadas es la ejecución de programas de prevención de desastres, debido a la alta vulnerabilidad que tiene el territorio por los huracanes o erupciones de volcanes. También se aborda el cuidado del medio ambiente y apoyo a pequeñas y medianas empresas (Pyme) para que se enlacen y trabajen de la mano con las grandes industrias.
Pese a los avances, se reconoce que queda mucho margen de mejora. La red IntegraRSE ha identificado que el resguardo
de la privacidad de los datos, la innovación y la movilidad en las ciudades hondureñas más importantes, bajo el concepto “ecoamigables”, siguen siendo retos en la materia. Panamá y Costa Rica ya trabajan en esas áreas por lo que pueden servir de modelo sobre acciones a implementar.
MÁS DE US$633 MILLONES ANUALES INVIERTE EL SECTOR PRIVADO DE EL SALVADOR EN PROYECTOS COMUNITARIOS, SEGÚN DATOS DE 2013.
Por un crecimiento social
En El Salvador, se han intensificado acciones con la intención de mejorar la calidad de vida de la fuerza laboral y de los habitantes de comunidades aledañas a las compañías.
En la actualidad, se ejecutan 12 campañas con acciones estratégicas para hacer sostenible esa iniciativa, de acuerdo con datos de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS).
Entre las actividades que realizan destacan la mesa de inclusión laboral para personas con discapacidad, el desarrollo de la capacidad emprendedora, redes de jóvenes para la creación de una cultura de paz y jornadas de protección al medio ambiente. También se desarrollan herramientas para medir los esfuerzos hecho y se trabaja en la creación de manuales y guías especializadas. La participación en estos espacios varía de acuerdo a las características de la organización y de los temas de su interés estratégico.
Cabe destacar, que las Pyme están incorporando acciones de RSE y sostenibilidad tras ser testigos en primera fila del beneficio de la contribución de las grandes al desarrollo y progreso de la productividad.
Dada sus características, sus ejes centrales son la ecoeficiencia, la mejora de la calidad de vida de los colaboradores y el progreso comunal, entre otros temas.
Esperanza en medio de la crisis
La crisis social que enfrenta Nicaragua desde hace meses ha afectado a
empresas de todos los tamaños y campos, como las de turismo y las MIPYME. Siempre han sido vulnerables y ahora algunas de ellas hasta se han visto obligadas a suspender operaciones. Eso es muy grave si se toma en cuenta que son las que más trabajo ofrecen, más o menos el 80%. No obstante, a pesar de la situación, el gremio empresarial se ha unido para mantener sus políticas de RSE. Se han pronunciado a favor de la búsqueda de soluciones incluyentes y pacíficas, a la vez que apoyan todas las iniciativas para desarrollar un diálogo nacional, peri sin asumir un rol de actor político. Las casi 100 asociadas a la Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial (UniRSE), lideran el ejemplo.
“Las empresas están luchando para poder seguir aportando al desarrollo socioeconómico del país, pero para su buen funcionamiento y el de la sociedad en general, tienen que existir condiciones mínimas que les permita jugar su rol. Esas condiciones son garantías legales y democráticas como base para el desarrollo sostenible, junto con el cumplimiento de los derechos humanos”, afirman en UniRSE.
Empresarios nicaragüenses consideran que aplicar la RSE en tiempos de crisis puede dar grandes resultados, al lograr tener colaboradores, proveedores y clientes más fieles e incluso comunidades que se unen para defender sus negocios. Esto quedó manifiesto durante recientes ataques contra comercios y supermercados donde los clientes salieron en su defensa y hasta les regresaron artículos que les habían robado. “Todo eso demuestra de que la RSE, hoy por hoy, ya es parte de la vida de una empresa y de sus relaciones con la sociedad”, acota el vocero de UniRSE.
Diversidad e inclusión como oportunidad
Costa Rica es muy activo en la aplicación de políticas de RSE en diferentes campos. Esto ha permitido que el tema de la inclusión y diversidad esté ya en marcha, gane terreno y forme parte de la agenda empresarial. Los líderes están cada vez más “conscientes y comprometidos” con la aplicación de políticas inclusivas y han ido implementando acciones de manera paulatina, comenzando por abordar la igualdad de género, la contratación de personas con alguna discapacidad y el fomento de ambientes libres de discriminación por orientación sexual, diferencias religiosas o de condición económica. También abogan por la contratación de personas refugiadas y brindan capacitación y trabajo a jóvenes en condición vulnerable o con poca experiencia, entre otras medidas. Visualizan el tema desde el respeto por los derechos humanos y el compromiso con el país. También lo ven como una oportunidad, ya que tener una cultura inclusiva genera beneficios en su productividad. “El campo es amplio e involucra una dimensión ética de los recursos humanos, respaldo al desafío económico del país y el lado de los negocios porque está demostrado que las empresas que gestionan la diversidad como un valor en su personal y tienen programas de inclusión son más productivas, creativas, generan más innovación y tienen menos rotación y ausentismo de personal. Es una cuestión de dignidad humana, pero también de éxito en los negocios”, explica Erika Linares, directora de la Dimensión Social de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED). “En Costa Rica hay muchos desafíos por comprender. Hay muchas y buenas prácticas, compañías que combaten la pobreza y apoyan a los migrantes y múltiples vías de entrada. Estamos en la ruta correcta, hay mayor conciencia y compromiso, lo
100 EMPRESAS ESTÁN ASOCIADAS A LA FUNDACIÓN HONDUREÑA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (FUNDAHRSE).
único es que estas acciones se ven más en empresas grandes y en transnacionales”, acota Linares.
No obstante, negocios pequeños y medianos están incrementando esfuerzos para vincularse a la RSE vía encadenamientos de valor que están formando compañías grandes y que promueven mejoras en sus proveedores, por ejemplo.
Compromiso con el mundo
Panamá reconfirmó su compromiso de sensibilizar a su población y al sector privado sobre la necesidad de impulsar acciones responsables de índole social, económica y ambiental en su territorio. Oficialmente, se estableció el mes de julio como el dedicado a los citados 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, insistiendo en que todos los actores deben involucrarse para alcanzar las metas. “El cumplimiento de la Agenda 2030 no es un asunto de gobierno, es un asunto del país. En este sentido, los empresarios desempeñan un papel fundamental a través de acciones relacionadas a los procesos y políticas internas de sus organizaciones, los propios modelos de negocio o acciones de RSE”, afirma Alcibíades Vásquez, ministro de Desarrollo Social.
Los objetivos de la ONU brindan una nueva perspectiva para traducir las necesidades y ambiciones del mundo en soluciones comerciales que permitirán a las empresas administrar mejor sus riesgos, anticipar la demanda de los consumidores y acceder de forma segura a los recursos necesarios, entre otros beneficios, mientras se procura un desarrollo perdurable e inclusivo.
“Todo está planteado desde el punto de vista de la sostenibilidad, de la importancia de preservar los recursos para que el planeta y de mejores modelos económicos. Si eso falla, las empresas no van a ser viables, entonces les interesa introducir –desde el principio– mecanismos que garanticen su responsabilidad con el entorno y ese paradigma diferente de desarrollo que les asegura viabilidad de cara al futuro”, comenta Fernando Hiraldo del Castillo, representante residente adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Panamá.
144 EMPRESAS FORMAN PARTE DE LA ALIANZA EMPRESARIAL PARA EL DESARROLLO EN COSTA RICA.