Del tradicional al tecno-liderazgo
EL SURGIMIENTO DE HERRAMIENTAS Y CANALES COMO LAS REDES SOCIALES Y LOS PODCATS, SON UN RETO Y UNA OPORTUNIDAD PARA EL LIDERAZGO.
“Si alguien te ofrece una oportunidad increíble, pero no estás seguro de que puedes hacerlo, di que sí. Luego, aprende cómo lograrlo”, ha dicho Richard Branson, director de Virgin Group. “Los éxitos más importantes se consiguen cuando existe la posibilidad de fracasar”, ha mencionado Mark Zuckerberg, fundador de la red social Facebook. Ambos son ejemplo de cómo cada líder tiene su propio punto de vista sobre qué es liderazgo y cómo lo ejercen entre quienes los siguen.
Ese pilar de vida, no solo de los negocios, ha tenido que ir evolucionando con el paso del tiempo, debido al surgimiento de nuevas tecnologías y generaciones de personas, así como cambios culturales. Dicha situación camaleónica continuará y obliga a los protagonistas a tener una constante capacitación y visión positiva hacia los procesos.
“A inicios del siglo XXI se definía el liderazgo como las personas que tienen la capacidad de efectuar y dirigir el cambio. Hoy, el liderazgo se define como la capacidad de poder marcar el camino (entender la estrategia), reaccionar rápidamente ante la incertidumbre (agilidad mental) y crear un entorno de influencia (agilidad interpersonal)”, afirma Alejandro Domínguez, associate client partner de Korn Ferry. Benjamín Vargas, profesor de liderazgo de Lead University, por su lado, señala que las habilidades de comunicación requeridas para liderar han cambiado y que tanto la visión estratégica como el enfoque detallado en la ejecución se deben afinar con los nuevos recursos tecnológicos disponibles, como la facilidad de procesar rápidamente grandes cantidades de datos.
La tecnología como motor de cambio
El surgimiento de nuevas plataformas digitales, como las redes sociales y los ha tenido dos consecuencias en este campo: primero, ha obligado a los líderes de antaño a adaptarse y segundo, ha abierto más posibilidades de llegar a las personas, sin importar su edad.
Sin embargo, la efectividad del liderazgo dependerá de que los protagonistas elijan el canal adecuado, una estrategia correcta y que su mensaje sea adecuado y con un objetivo.
“Ser un líder efectivo en la era tecnológica y digital implica tener una comprensión reforzada de las influencias y preferencias culturales, habilidades mejoradas para promover una mentalidad global, salvar brechas culturales y mejorar las interacciones con colegas, clientes, proveedores y otros interesados diversos”, detalla Domínguez.
“La agilidad para poder definir estrategias impactantes, orientadas a establecer una
visión de cambio inclusiva y cultivar una cultura de confianza, será el apoyo para transformarse y satisfacer las cambiantes necesidades del negocio”, agrega. Por ejemplo, no es posible concebir el liderazgo de Barack Obama, en su campaña en 2008 o durante su presidencia, sin recursos como Youtube o Facebook. Por otro lado, el particular estilo de Donald Trump está determinado por la posibilidad de esquivar a la prensa en su relación con el público estadounidense, a través del uso de su cuenta en Twitter, según afirma el académico de Lead University.
Otro caso es el de los líderes de opinión, quienes ahora “pueden derribar las barreras de acceso a las grandes audiencias, impuestas anteriormente por los medios de comunicación masiva tradicionales. Eso dio lugar al surgimiento de bloggers, vloggers, youtubers y conductores de podcasts”, añade Vargas.
¿Cuáles son las herramientas más utilizadas?
Viendo ese escenario, los expertos señalan que no hay una plataforma indispensable, pero sí es cierto que algunas van perdiendo terreno. Las más empleadas son las redes sociales y los podcasts.
Una referencia es la red LinkedIn, la más buscada cuando se trata de liderazgo empresarial. “Está com- probado que en una comunidad profesional, de liderazgo serio y ejecutivo, la gente confía mucho en la credibilidad de una página como esa. Entonces, para los líderes es importante tener una buena representación como huella digital ahí”, explica Ismael Cala, comunicador y estratega de vida y desarrollo humano.
En cuanto a los podcasts, afirma que “no solo son el futuro, sino el presente, porque la gente quiere escuchar las cosas en su tiempo y de la voz de expertos a los que les cree, y eso no lo ofrece necesariamente la programación de la radio”.
Otro aspecto que gana terreno es la educación online. Eso ha motivado que algunos líderes abran talleres e impartan seminarios en sus propias páginas web o a través de otros sitios digitales de charlas. Ya no se limitan a enseñar en las aulas universitarias.
“Conferencias de plataformas como TED Talks tienen una curaduría de contenidos extremadamente rigurosa y la gente que hace las ponencias realmente aporta. Está filtrado para que duren solo 18 minutos, por lo que es información condensada que impacta a las personas”, acota Cala.