Un líder con visión global
Gonzalo Uribe se ha convertido en el artífice de la expansión de Kimberly-Clark en el norte de Latinoamérica.
GONZALO URIBE SE HA CONVERTIDO EN EL ARTÍFICE DE LA EXPANSIÓN DE KIMBERLY-CLARK EN EL NORTE DE LATINOAMÉRICA, GRACIAS A SU CAPACIDAD DE ENTENDER NECESIDADES ESENCIALES DE LAS PERSONAS, GESTAR NEGOCIOS CON UN COMPROMISO INQUEBRANTABLE DE HACER LO CORRECTO Y COORDINAR EQUIPOS MULTICULTURALES.
Lo suyo es un trabajo monumental que sabe asumir con gran responsabilidad y resultados sorprendentes. El colombiano Gonzalo Uribe, vicepresidente de la región norte de Latinoamérica de Kimberly-Clark, multinacional con 148 años de innovar en el mercado, inspirada en mejorar la vida de las personas y reconocida como una de las más éticas del mundo, con un amplio portafolio de marcas de productos de higiene que son Nº 1 o Nº 2 en 80 de los 175 países donde opera.
Es un líder cercano, inclusivo e ingenioso, práctico en la toma de decisiones y con una mentalidad ganadora. Se esfuerza por aprender a diario para inspirar y alinear a más de 4.500 trabajadores en 30 países, dentro de un territorio que se ha vuelto clave por sus más de 150 millones de consumidores. Solo la operación en América Central incluye dos plantas de producción (en Costa Rica y El Salvador) que utilizan tecnologías de última generación, oficinas administrativas, centros de distribución a lo largo de todo el Istmo y un moderno Centro de Servicios Compartidos.
Para Uribe, el éxito es poder dejar un legado para las próximas generaciones dentro y fuera de su organización, ser consistente en el cumplimiento de metas y facilitar el desarrollo de la gente a su cargo, sin dejar de identificar nuevos horizontes para el crecimiento sostenido de la empresa en la región. “Nuestras marcas son utilizadas a diario por un 25% de la población mundial y en América Central su cuota de mercado es aún mayor. Huggies, Scott, Kotex y Plenitud, por mencionar solo unos casos, están presentes en el 80% de los hogares. Los consumidores tienen un vínculo muy fuerte con todas; son parte de su ciclo de vida, desde que son bebés hasta cuando se convierten en adultos mayores. Mi meta es
que sigan creciendo”, sostiene Uribe.
Para ello, impulsa la integración de los diferentes modelos de negocio bajo una misma dirección estratégica, el crecimiento rentable del negocio y la consolidación del liderazgo de las diferentes líneas de productos, enfocado en las similitudes y necesidades de los usuarios, los clientes y las comunidades.
“Así identificamos las oportunidades, definimos planes concretos para suplir lo que se requiere y los ejecutamos con disciplina operacional, algo fundamental. Medimos de cerca y le damos seguimiento local a cada acción, lo cual nos permite generar consistencia y cumplir con nuestra misión. Además, el recurso humano y la diversidad en nuestros equipos nos asegura el mayor conocimiento de cada mercado en el que operamos para actuar con sentido de urgencia, siempre pensando en el consumidor final”, añade.
Sus aportes a la organización
“Siempre he tenido muy claro que mi rol como líder es conectar a nuestra gente con una visión de largo plazo y un propósito mayor: mejorar la vida de las personas, brindándoles productos esenciales. Eso debe reflejarse en todo lo que hacemos. Por otro lado, procuro remover barreras que nos restan velocidad, así como en potenciar el verdadero talento de cada equipo de trabajo para generar valor, a través del empoderamiento y la creatividad. El entorno está cambiando con una velocidad impensable hace algunos años y en compañías como Kimberly-Clark debemos ser capaces de ajustarnos al cambio y evolucionar, siempre pensando en nuestro consumidor, innovando en la manera de operar y siendo cada vez más asertivos y contundentes en nuestra oferta de productos”, sostiene.
Uribe ha contribuido a crear un entorno laboral apto, que propicia el bienestar de los colaboradores y los hace sentirse incluidos, felices y motivados para aportar lo mejor de sí. También fomenta la diversidad, la equidad y la complementariedad de capacidades, en aras de alcanzar objetivos comunes y retadores. Actualmente, el 71% de su fuerza laboral son millennial y, en materia de género, las mujeres ocupan 46% de los puestos administrativos y el 42% de los cargos de liderazgo.
“Personalmente, soy sponsor del programa de Diversidad e Inclusión en Latinoamérica y tengo la responsabilidad de promover espacios para conversar sobre este tema e impulsar iniciativas que nos permitan potenciar a las nuevas generaciones, así como generar oportunidades de crecimiento para el talento femenino”, comenta. Adicionalmente, promueve de forma consistente las inversiones para generar empleos de calidad, innovar y actualizar la capacidad productiva de la organización en esta región, así como iniciativas de responsabilidad social y sostenibilidad ambiental, como “Baños Cambian Vidas”. Esa iniciativa busca mejorar las condiciones de saneamiento de miles de personas que viven en pobreza y no cuentan con un baño digno. Desde el 2015, se han beneficiado más de 37.000 personas de unas 50 comunidades en América Central y cerca de 100 en toda Latinoamérica. También se trabaja en alianza con Water for People, organización internacional especialista en temas de servicios de agua, sanidad e higiene en zonas vulnerables, y este año lanzará con Unicef el programa “Un abrazo para cada bebé”, que ya funciona en Colombia, Argentina y Perú.