Una brújula para la recuperación
LOS PAÍSES NAVEGAN ENTRE IDEAS Y PROYECTOS PARA REACTIVAR SUS ECONOMÍAS Y COMPENSAR LA CAÍDA DE DIVISAS EN SECTORES CLAVE POR EFECTO DEL COVID-19.
Este año se espera una baja de entre 60% y 80% en el turismo internacional y al menos 20% en las remesas en el todo orbe, los sectores que precisamente son los principales motores económicos de América Central. ¿Qué van a hacer los gobiernos para contrarrestar ese devastador escenario? La respuesta es un rompecabezas y los planes que se esbozan podrían quedarse cortos ante la necesidad. Además, prácticamente todos están enfocados en brindar compensaciones sociales y apoyo financiero a las empresas (con énfasis en las mipymes), más que en medidas ajustadas a las necesidades específicas de los grandes sectores productivos.
Panorama del Triangulo Norte
Las remesas familiares son el pilar de la economía de Guatemala y el Banco de Guatemala (Banguat) pronostica que bajarán 9% este 2020, mientras esperan un repunte en 2021 (11,5%). En el caso del flujo acumulado de divisas por concepto de turismo y viajes, la entidad afirma que empezó a reducirse desde febrero y para finales de abril registraba un desplome del 54%, comparado con el año anterior. Según la Cámara de Turismo de Guatemala (Camtur), de 177.000 colaboradores formales que hay en el sector, actualmente solo del 5% al 10% está laborando y 9 de cada 10 hoteles han cerrado operaciones de manera temporal debido a la crisis. Mientras organizaciones como Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) consideran necesario poner en marcha propuestas concretas para atraer inversión y empleo (principalmente vía el fortalecimiento de las zonas francas e industrias que siguen en alza), la respuesta oficial se centra en otorgar ayudas para familias afectadas y apoyos crediticios para las empresas. En El Salvador, donde las remesas representan alrededor del 16% PIB, el
Banco Central de Reserva anunció una