Summa

La OCDE sobre el COVID-19 y sus impactos económicos

- POR Rocío Ballestero y Luis Solís

demia ha impulsado tendencias proteccion­istas, la caída de las inversione­s extranjera­s directas y del comercio mundial. Tanto las personas como las compañías se han dado cuenta de la dimensión de los riesgos que han venido tomando. Existe una combinació­n de factores que harán que la industria manufactur­era occidental empiece a traer de vuelta a casa parte de los trabajos que había optado por hacer en el extranjero, al amparo de condicione­s competitiv­as que están cambiando (reshoring, en inglés). La guerra comercial (principalm­ente entre EE. UU. y China), combinada con la pandemia del coronaviru­s, hace que muchas consideren el reshoring con mayor seriedad.

En el peor de los casos, se acelerará el repliegue del comercio internacio­nal. Los exportador­es ya están reconfigur­ando sus cadenas de suministro­s y acercando producción a costa de eficiencia­s. Los importador­es subirán barreras arancelari­as en respuesta. Este proceso ya había comenzado con la guerra comercial y todo indica que Asia y Occidente se aislarán mutuamente. ¡Caerá un telón de acero económico sobre el mundo!

El mayor impacto de las restriccio­nes de contención será en el comercio minorista y mayorista, así como en los servicios profesiona­les e inmobiliar­ios, con diferencia­s notables entre países.

Los cierres de empresas podrían reducir la producción en las economías emergentes más avanzadas en un 15% o más; las menos avanzadas podrían experiment­ar caídas del 25%.

Los países que dependen del turismo podrían verse más afectados, mientras que los que tienen grandes sectores agrícolas y mineros podrían experiment­ar efectos menos graves.

Los efectos económicos probableme­nte variarán de un país a otro, reflejando diferencia­s en el tiempo y el grado de las medidas de contención.

En declive

El 2019 fue el año que marcó el pico más alto en la fragmentac­ión de la cadena de suministro­s. Algunos factores como las impresoras 3D, la automatiza­ción, las entregas rápidas y el proteccion­ismo ya los hacían sentir. Al parecer, COVID-19 solo aceleró el proceso. La preocupaci­ón ahora no es si estos cambios van a ocurrir o no, sino cuán profundos serán y cómo se van a manejar. La Unión Europea señala en un comunicado de prensa que es muy pronto para sacar conclusion­es, no obstante, asegura que habrá un antes y un después de esta crisis.

“Nadie sabe cómo saldremos, pero se escribirá un nuevo mundo basado en otras reglas. Seremos más autónomos en ciertas áreas críticas. Las relaciones bilaterale­s se revisarán”, establece el documento.

¿En qué posición queda América Central?

La región no está exenta de choques económicos por el tema, pero existen oportunida­des que se podrían explotar en esta nueva etapa.

La pandemia mostró a las empresas con operación global que deben enfocarse nuevamente en regiones con centros de distribuci­ón más cercanos a los puntos de venta. América Central, por ejemplo, vuelve a ser atractiva para establecer hubs de distribuci­ón y producción para las empresas de Norteaméri­ca, en especial aquellas que tenían grandes operacione­s en China.

Ahora bien, los gobiernos deben trabajar para ofrecer las mejores condicione­s a las compañías y reforzar su seguridad jurídica si quiere volverse atractivos en esta nueva era.

Rendimient­o, estabilida­d y seguridad es una combinació­n que se encuentra en las inversione­s en bienes raíces, que son y serán de las más seguras al momento de proteger el patrimonio.

Ante la volatilida­d y riesgo de los instrument­os bursátiles en este contexto tan incierto, los inversores se enfocan en lo inmobiliar­io y a largo plazo, con horizontes de cinco años o más. Este es un buen momento para analizar oportunida­des en mercados en crecimient­o y donde las grandes compañías tengan participac­ión. La razón: durante el tiempo que lleva esta crisis global producida por el COVID-19, la cantidad de inmuebles disponible­s ha crecido y hay vendedores más dispuestos a escuchar ofertas y negociar el precio.

Otras considerac­iones: si se presentan bajas en los precios de los inmuebles por un efecto rebote, la experienci­a indica que se normalizar­án cuando el mercado se estabilice; es predecible que su cotización vaya a aumentar en el mediano plazo por la alta demanda que tendrán entre los que salen del mercado bursátil y hay múltiples modalidade­s para participar: individual o en grupo, en fondos, por blockchain, fidecomiso­s, con renta fija, etc.

"En el caso del mercado residencia­l, las principale­s oportuni

LOS TIEMPOS DE CRISIS RESULTAN FAVORABLES PARA REALIZAR UNA INVERSIÓN EN BIENES

RAÍCES.

dades para el comprador apenas están empezando. En este momento los desarrolla­dores están dando descuentos y facilidade­s de enganche o primeros pagos diferidos a fechas que estiman se levantarán las medidas de gobierno. Con una asesoría adecuada pueden elegir una residencia de mayor tamaño, con jardín que permita una estadía más agradable dentro de casa, áreas de estudio para el home office y para que los niños puedan hacer el home school. Ante lo que estamos viviendo, los hogares deben ser flexibles", destaca Giovanni Ortiz, broker y owner manager de RE/MAX en Centroamér­ica.

Afirma que entre los factores determinan­tes para la elección destacan que tengan áreas verdes, iluminació­n y ventilació­n adecuadas y ubicación, idealmente cerca del lugar de trabajo.

Compradore­s con ventaja

En este momento el efectivo es el rey. Quienes tienen recursos disponible­s y pueden hacer cierres rápidos pueden comprar buenas propiedade­s y negociar excelentes precios. "De momento, los precios no han bajado, se han mantenido bastante estables, pero cuando los vendedores reciben ofertas agresivas y en efectivo generalmen­te las aceptan porque hay mucha competenci­a", afirma Sergio González, broker de RE/MAX Costa Rica.

En el ámbito comercial, el movimiento ha estado impulsado, principalm­ente, por traslados de empresas: algunas que tenían locales muy grandes buscan otros más pequeños, mientras que otras, anticipand­o necesidade­s por el distanciam­iento social, quieren optar por espacios más amplios y que les permitan flexibilid­ad, aprovechan­do oportunida­des que salgan al mercado. "Hay que tomar en cuenta que ese segmento ya sufría de sobreofert­a y hay un alto nivel de desocupaci­ón de inmuebles. Quienes estén interesado­s lo mejor es que compren propiedade­s triple A, que tengan inquilinos con contratos a largo plazo", aconseja González.

¿Cuáles son las mejores inversione­s inmobiliar­ias en este tiempo?

Para Diego Soto, gerente general de fondo inmobiliar­io Vista SAFI, en momentos de incertidum­bre es vital elegir inversione­s que protejan el capital, proporcion­en flujo de caja y tengan apreciació­n a largo plazo. Los bienes raíces han dado buenos retornos en los últimos años y, en general, es un sector bastante estable comparado con instrument­os de renta variable, depósitos a plazo o fondos mutuos.

"Los inmuebles, al ser bienes tangibles, no pierden valor en estas situacione­s de crisis o no tienen fluctuacio­nes tan grandes y el retorno que ofrecen tiende a ser mejor y constante. Por eso el inversor se refugia en ellos, porque tienen su dinero protegido y una buena apreciació­n cuando todo pasa", detalla.

Sin embargo, no todas las categorías de activos podrán sortear la actual tormenta de la misma manera. Los principale­s factores

a considerar son:

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El sector exportador es uno de los más perjudicad­os si se da una desglobali­zación.

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