¿Putin hasta el 2036?
EL 77,9% DE LOS RUSOS VOTARON "SÍ" A LAS ENMIENDAS CONSTITUCIONALES PROPUESTAS POR EL LÍDER Y EL PARTIDO DEL KREMLIN QUE LE PERMITIRÍAN SER REELECTO POR DOS PERIODOS MÁS, PERO UN TERCIO DE LOS CIUDADANOS NO PARTICIPÓ EN EL PLEBISCITO Y EL PORVENIR ES COMP
El Kremlin interpreta el aplastante apoyo de los rusos a la reforma constitucional como un "voto de confianza" en el presidente Vladímir Putin. Sin embargo, ahora tendrá que solucionar los problemas reales del país, ante la mayor crisis que se avecina en más de
una década debido, a la pandemia del coronavirus.
"La cuestión más urgente es incrementar los niveles de ingresos de las familias rusas", ha señalado Putin en una videoconferencia con los miembros del grupo de trabajo que preparó las enmiendas constitucionales que lograron el respaldo de casi el 78% de los votantes en el plebiscito que concluyó el 1º de julio, según datos oficiales. Consciente de que la reforma de la Carta Magna de 1993 no es la panacea a los problemas diarios de los rusos, Putin admitió: "Hasta ahora no hemos logrado la opción ideal, por el contrario, el nivel adquisitivo de los ciudadanos está disminuyendo y tenemos que pensar en cómo apoyarles".
El presidente, que con la reforma constitucional podría permanecer en el Kremlin hasta 2036, tiene que hacer frente a una caída de su popularidad que en junio fue del 60%, según el Centro Levada, uno de los peores registros en sus 20 años en el poder.
El "triunfo" del plebiscito, como lo ha calificado el Kremlin, haría pensar que Putin dispone ahora de un balón de oxígeno para acometer medidas impopulares a fin de atajar la crisis causada por la pandemia del coronavirus y la caída de los precios del crudo. No obstante, el experto del Centro Carnegie de Moscú, Andréi Kolésnikov, declaró a EFE que Putin no ha logrado mejorar su popularidad con la votación sino estabilizarla, en el mejor de los casos, por lo que "tendrá que seguir tomando medidas exclusivamente populistas". El presidente ruso ha proporcionado en los últimos meses pequeñas ayudas a pensionistas y a familias con hijos menores, además de subsidios, créditos blandos y mejores condiciones impositivas a las empresas para apoyarles durante la pandemia. Cuando se atrevió finalmente a tocar a los rusos ricos con ingresos por encima de 5 millones de rublos al año (US$72.000), a través de una subida de impuestos, dijo que la recaudación era para el tratamiento de niños con enfermedades raras graves.
HASTA JULIO, EN RUSIA
ESTABA VIGENTE LA CONSTITUCIÓN DE 1993, APROBADA DURANTE EL PRIMER MANDATO DE
BORIS YELTSIN.