Guatemala avanza hacia el 2021 con resiliencia
DESPUÉS DE SUFRIR UNA SEVERA CAÍDA EN LA ECONOMÍA DEBIDO AL CONFINAMIENTO AL QUE OBLIGÓ LA PANDEMIA DEL COVID-19, GUATEMALA INICIA EL 2021 CON UN REPUNTE EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y LA ESPERANZA DE UNA PRONTA RECUPERACIÓN.
Después de sufrir una severa caída en la economía debido al confinamiento al que obligó la pandemia del COVID-19, Guatemala inicia el 2021 con un repunte en la actividad económica y la esperanza de una pronta recuperación.
Tras nueve años de crecimiento económico sostenido, a una tasa promedio de 3,5%, la pandemia puso en números rojos al PIB de Guatemala, pero también revela la fortaleza de la nación más grande de América Central para sortear cualquier crisis que le toque vivir. En el escenario base que calculó en junio el Banco de Guatemala (BANGUAT) se preveía que el Producto Interno Bruto (PIB) caería a -2,5% al cierre del 2020, mientras el Fondo Monetario Internacional manejaba un escenario de -4%. Sin embargo, la más reciente estimación oficial pronostica que quedará en -1,5% y que se recuperaría en el 2021 a entre 3% y 4%, cifras que el gobierno y el sector privado ven con optimismo. “Previo al COVID-19 se esperaba un crecimiento económico de 4%, después de la llegada de la pandemia podemos apreciar que, gracias a las medidas implementadas de manera temprana, Guatemala es el país con mejor desempeño de la región centroamericana”, asegura a Revista Summa el presidente de la República, Alejandro Giammattei.
A estas señales alentadoras se suma la recuperación del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) que, luego de mantener cifras negativas durante siete meses (de marzo a septiembre de 2020), se ubicó en terreno positivo en octubre pasado, con un 1,3%. La
GUATEMALA DEBE MEJORAR
SU CAPACIDAD PARA RECAUDAR IMPUESTOS, YA QUE ES UNO DE LOS PAÍSES CON INGRESOS TRIBUTARIOS MÁS BAJOS EN AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE.
FUENTE: BID.
recuperación que mostró en el cuarto semestre del año refleja una imagen en “V”, lo que se lee como una estrepitosa caída que rápidamente demostró recuperación.
“El buen desempeño macroeconómico le ha permitido al país enfrentar la emergencia del COVID-19 y, más recientemente, las tormentas ETA e IOTA, con suficiente espacio de maniobra para poder desplegar medidas de mitigación y realizar un manejo activo y estratégico del financiamiento externo. El gobierno ha buscado un equilibrio entre la contención de la propagación del virus y la mitigación de sus efectos sobre la actividad económica”, opina Jordi Prat, economista regional principal para América Central, República Dominicana y México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).