TERAPIA DE DISFRUTE EN LA PLAYA
EN EL MANGROOVE, UBICADO EN EL GOLFO DE PAPAGAYO, EN EL PACÍFICO COSTARRICENSE, EL MANGLAR Y EL HOMBRE SE UNEN PARA CREAR UN ESPACIO VIBRANTE, ÚNICO Y REVITALIZADOR.
El concepto de este hotel de Enjoy Group es invitador: “lujo descalzo”, relajación y disfrute de un prístino ambiente natural, con mar, bosque y manglar. Sus 85 suites capturan el carácter simple, pero exótico de Costa Rica: ofrecen espectaculares vistas, son espaciosas y de diseño contemporáneo y están equipadas con muebles y otros elementos de madera sostenible, arte local y acabados en piedra.
Propicia el wellness, combinando experiencias gastronómicas únicas y saludables con una amplia oferta de tratamientos en su spa híbrido, dotado de áreas cerradas y espacios abiertos, jacuzzi, piscinas frías y salas de estar, donde los huéspedes viven experiencias muy completas y estimulantes para el cuerpo y el espíritu. Incluso pueden recibir clases de yoga en un deck, con vista panorámica, o sobre un paddle board, en el mar.
¡Allí la atención a los detalles hace la diferencia! También es un lugar ideal para reuniones y eventos. Ofrece más de 650 m2 de espacio interno y externo, que incluye un salón principal y tres adicionales, terrazas, pabellón y otras áreas abiertas con vistas panorámicas, junto con un personal muy bien capacitado.
Entre el menú de actividades, no hay que dudar en coordinar un tour para ver el atardecer mientras se navega en lancha o para visitar playas cercanas que solo tienen acceso por costa.
Gastronomía sensorial
Isaac Madrigal, el head chef, se inspira para crear menús sanos, con los ingredientes más frescos y una fusión de sabores y ambientes que logran satisfacer a todos los paladares, desde los gourmets hasta los amantes de las tradiciones. Impera el estilo “de la granja o el mar a la mesa”, con lo cual se apoya también a los productores locales.
La mixología complementa a la perfección la experiencia del buen comer en El Mangroove, con un sin número de cocteles insignia y mezclas preparadas en el momento, adaptadas a los gustos de cada quien. Además, se organizan clases y catas y, para un estímulo integral de todos los sentidos, el hotel cuenta con nichos especiales para cenas privadas, alrededor de la piscina o en escondites frente al mar.