Más de 120 años de prestigio y liderazgo
LA EMPRESA ATRIBUYE SU EXCELENTE REPUTACIÓN CORPORATIVA A LAS ACCIONES QUE REALIZA EN EL MERCADO Y LA BUENA COMUNICACIÓN DE LAS MISMAS.
LA ORGANIZACIÓN VIVE CUATRO VALORES PRINCIPALES: LIDERAZGO GENUINO, COMPORTAMIENTO ÉTICO, SOLIDARIDAD Y COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD DE LA EMPRESA.
A lo largo de su historia, Progreso ha gozado de un nivel de prestigio que no cualquier corporación posee. Para la empresa, tener este reconocimiento no es un fin en sí mismo sino el resultado de ejecutar con excelencia su estrategia. Además, la imagen que proyecta representa un indicador que le permite determinar si se está haciendo un trabajo integral y de calidad. “Si logramos ser el proveedor y empleador preferido, si mostramos un fuerte liderazgo ambiental y si somos un ciudadano corporativo responsable cuya presencia es valorada por la comunidad tendremos, como resultado, una sólida reputación. En otras palabras, ejecución con excelencia nuestra estrategia es lo que nos permite gozar de una buena reputación que además favorece nuestra posición competitiva y sostenibilidad”, asegura José Raúl González, CEO de la organización.
Guía de trabajo
Parte fundamental para alcanzar esa imagen intachable se centra en la Agenda de Liderazgo. Todos los colaboradores de Progreso viven de acuerdo con las directrices que dicta dicho documento, el cual establece los comportamientos
que se desean promover a nivel interno. Cada integrante de la empresa, especialmente cada líder, debe tener un comportamiento ejemplar dentro y fuera de la organización, de lo contrario, su actuar tendrá consecuencias. Utiliza como base el Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC) que promueve el conocimiento y la vivencia de una cultura compatible con la Agenda de Liderazgo y mantiene vivo el ambiente laboral heredado por el fundador de la compañía, Carlos F. Novella, quien desde un inicio promovió ambientes de trabajo sanos y seguros.
Participación de los colaboradores
Adicionalmente, los colaboradores se convierten en embajadores de la compañía. No solo deben estar atentos a la retroalimentación que se pueda obtener de los diferentes actores, sino que también deben transmitir dicha información por los canales adecuados.
“Con ello la empresa logra medir los niveles de servicio, la satisfacción del cliente, el clima laboral, la salud y seguridad ocupacional, el cumplimiento de políticas y otras variables relevantes. Además, realiza mediciones de la reputación corporativa con empresas independientes para saber cómo mejorar continuamente”, afirma González.