Riesgos en los seguros en este 2022
1 Tipos de interés muy bajos o negativos.
Hace que las inversiones sean menos rentables y que sea es prácticamente imposible ofrecer seguros de vida y ahorro con tasas atractivas para los clientes.
2 Márgenes técnicos más reducidos.
Suelen estar diversificados, pero el comportamiento del negocio ha cambiado. Por ejemplo, bajó la frecuencia de accidentes automovilísticos, pero aumentó la gravedad de los registrados, y siguen en aumento el pago de coberturas en vida y salud, a causa de enfermedades más graves y alzas en los fallecimientos.
3 Cambios en la oferta y demanda.
Ante crecientes tasas de desempleo muchas personas dejan de usar aseguradoras o buscan otro tipo de pólizas. La reacción de la industria es bajar las primas para para poder atraer a nuevos clientes y modificar su oferta, con márgenes menores en las cuentas y pagos crecientes de pólizas de aseguradores que han quedado cesantes.
4 Incremento de la mortalidad.
Normalmente, la cobertura de fallecimiento de un seguro de vida va de los 18 a los 65 años; con la llegada del COVID-19 se ha presentado un aumento significativo de muertes de personas entre estas edades.
5 Digitalización y ciberataques.
Ofrecer herramientas informáticas para reportar siniestros, hacer reclamos y comprar productos se ha vuelto un deber, pero eleva los riesgos de filtraciones o robos de datos en el mercado, al igual que ocurre en el resto de los negocios. Ese peligro conlleva también una oportunidad porque se han diseñado pólizas para proteger contra ataques cibernéticos que cada vez cuentan con más demanda.
6 Fortalecimiento de las aseguradoras no nativas e InsurTechs.
El estímulo de ese tipo de empresas basadas en tecnología es respuesta a la nomenclatura confusa, principios de desconfianza por abundantes exclusiones y la letra pequeña, tardanza en ajustes y gestiones.