Mujeres en clave cripto: de viejos tabúes a nuevas oportunidades
EDUCADAS BAJO MANDATOS QUE LES IMPEDÍAN PENSAR EN SU PROPIA RIQUEZA, LAS NUEVAS GENERACIONES DE MUJERES SE DESHACEN DE PREJUICIOS, REDEFINEN SU RELACIÓN CON EL DINERO Y ACELERAN SU INDEPENDENCIA FINANCIERA, IMPULSADAS POR LAS CRIPTOMONEDAS.
¿Administrar dinero o crear riqueza? ¿Ahorrar o ambicionar oportunidades de crecimiento a mediano y largo plazo? La relación de las mujeres con el dinero viene moldeada con viejos tabúes y prejuicios que todavía hacen sentir su influencia. Estas actitudes, incluso en países desarrollados como Estados Unidos, se manifiestan de forma muy clara. Según el Bank of America, casi 9 de cada 10 mujeres se sienten confiadas a la hora de manejar un presupuesto, pero solo el 53% experimenta la misma seguridad al momento de invertir.
Tras décadas de una educación financiera sesgada o inexistente, estos números no deberían llamarnos la atención. Muchas mujeres han sido criadas bajo la idea de que deben cuidar la riqueza antes que multiplicarla. Autoras como Joline Godfrey (“Raising financially fit kids”) destacan que a la hora de hablar sobre dinero las niñas escuchan más frecuentemen- te la palabra “cuidado” que “riesgo”. La experta financiera Beth Kobliner va más allá, con un ejemplo contundente: “¿Le explicaría las reglas para cruzar la calle a su hijo y no a su hija? Claro que no. Sin embargo, eso están haciendo muchos padres a la hora de hablar de dinero”.
El capítulo “cripto”
Afortunadamente, esos antiguos mandatos se están deshaciendo a gran velocidad. Una de las canciones que abrió el 2023 y alcanzó lo más alto de todos los rankings musicales nos recuerda que “las mujeres no lloran, las mujeres facturan”. Se trata de un giro importante en la narrativa porque ayuda a millones de mujeres alrededor del mundo a quitarse los últimos prejuicios sobre el dinero y la ambición genuina de ganarlo.
En el ecosistema de las criptomonedas, ya son muchas las que están traduciendo en acciones ese cambio de mentalidad. En España, por ejemplo, el 27% de las que empiezan a invertir ya ponen a las cripto
monedas en el menú, mientras que, hasta finales del año pasado, los porcentajes de adopción de cripto por parte de las mujeres eran relativamente altos en economías tan diferentes como las de México (53%), Israel (51%) y Nigeria (50%).
Esos logros van de la mano con el fin de algunos mitos relativos a los “cryptobro” y las “cryptosisters”. Entre ellos, la falsa idea de que las mujeres hacemos “inversiones emocionales” y que el ámbito de los activos digitales nos resultaría ajeno. Hoy, más que el género, sabemos que la relación con el riesgo es un factor mucho más determinante en la conformación de un perfil inversor.
En este contexto, creo que si la criptoeconomía le está dando más oportunidades a las mujeres inversoras es por su accesibilidad, la combinación de una mayor educación financiera y el retroceso de los últimos tabúes que impregnaban nuestro vínculo con el dinero. El próximo reto será asomarnos a las criptomonedas de nueva generación, un tipo de divisas digitales que implican una superación de las cualidades de volatilidad y anonimato que acompañan al Bitcoin y a otras altcoins. La industria cripto está en su “adolescencia” (si consideramos que Bitcoin surgió hace casi 15 años) y se aproxima a su madurez, despojándose de sus rasgos más inestables.
La fusión de la tecnología blockchain con los conceptos de respaldo y transparencia implica un avance en términos de oportunidades de inversión. Para las nuevas generaciones de mujeres emerge como una oportunidad inmejorable para decidir cómo, cuánto y cuándo ver crecer su riqueza.