Árido asunto
físico de las obras, por parte de los trabajadores de la unidad empresarial de base (UEB) no. 4, de la Empresa de Construcción y Montaje en el territorio avileño.
Cuando al colectivo se le escapaba entre las manos dos meses de intermitente labor, desconocía cuál sería, por fin, la entidad que le suministraría esos recursos materiales. Así comenzaba a peligrar el cumplimiento de un plan anual fortísimo.
De áridos ausentes es el quid del asunto y el “juego” está reñido: dispone la unidad de más de 11 millones de pesos para financiar labores constructivas este año, cantidad superior al plan del 2017, pero con menos valores planificados en indicadores básicos como el salario medio, inferior hoy en más de 506 pesos.
Esa cifra millonaria prevista para inversiones es relativamente proporcional a la capacidad constructiva de la UEB. Máxime que tal cantidad obedece a un estudio de factibilidad económica realizado en el 2014, pero ni un equipo nuevo asoma al campo de batalla.
En tanto, en La Sierpe, Sancti Spíritus, los constructores avileños enfrentan las roturas del equipamiento. Aunque, ellos no cejan y movilizan recursos propios a largas distancias, a pesar de que la alternativa le resta fuerza al movimiento de tierras.
Tampoco viven de espalda a la realidad. La construcción civil abarca más de la mitad de su plan de producción este año, y marzo anda a prisa. Si no logra estabilizarse el suministro de áridos y el “tiro” de hormigón, las probables lluvias de la primavera pueden convertir el plan en un “planazo”.
Debieran revertir la situación las organizaciones superiores de dirección empresarial (Osde) de Materiales, y de Construcción y Montaje.
Mientras tanto, el colectivo afectado concuerda en establecer el doble turno de trabajo, erradicar las indisciplinas en la jornada laboral, así como problemas en el orden organizativo.
Hace tiempo se retiraron del lugar fuerzas productivas de otras provincias. En cambio, los hombres de los cascos blancos de Ciego de Ávila siguen empeñados en evitar las fugas de agua por las juntas de hormigón del río artificial, y en cambiarle el apelativo de Canal de las Manchas al Trasvase Centro-Este.