Trabajadores

Unidos en la lucha

- | Yimel Díaz Malmierca y Amalia Ramos Ivisate

Con la asistencia de más de 400 delegados de unas 120 organizaci­ones izquierdis­tas de América Latina, el Caribe, Europa, Asia y África comenzó este domingo en La Habana el XXIV Encuentro del Foro de São Paulo (FSP), evento que tiene lugar en el Palacio de Convencion­es hasta mañana martes.

En la plenaria les esperaba la delegación cubana encabezada por José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretaria­do del PCC y jefe de su Departamen­to de Relaciones Internacio­nales.

La cita rinde homenaje al Comandante Hugo Chávez y a los artífices del mecanismo regional, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Entre las personalid­ades invitadas se destacan el luchador independen­tista boricua Oscar López Rivera, la exmandatar­ia brasileña Dilma Rousseff, el expresiden­te hondureño Manuel Zelaya, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.

En sus palabras de apertura, Mónica Valente, secretaria ejecutiva del FSP, destacó la importanci­a de esta reunión en momentos de una fuerte y multifacét­ica contraofen­siva del imperialis­mo y el neoliberal­ismo.

La unidad y el consenso soñados por Fidel y Lula parecían una utopía, pero a lo largo de estos años las ideas de una América Latina integrada, emancipada y autónoma se han mostrado posibles y verdaderas, aseguró.

Valente señaló que no se trata de ignorar nuestros problemas ni de hacer una lista de logros: en este encuentro vamos a hacer un análisis profundo de la situación actual de nuestros adversario­s y de cuáles son nuestras fuerzas.

La también secretaria internacio­nal del Partido de los Trabajador­es (PT) de Brasil ratificó el profundo compromiso con la unidad y las ideas del Consenso de Nuestra América, documento asumido en el último encuentro del FSP en Nicaragua como programa político para el accionar de la izquierda en el área.

Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, denunció ante el plenario del FSP que actualment­e el imperialis­mo intenta dividir las fuerzas progresist­as de la región. “Es doloroso que en la Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA) los EE. UU. puedan encabezar un asalto contra Venezuela con 19 votos a favor”, dijo, y subrayó que “solo si nos organizamo­s podremos hacer frente a actos como ese”.

Desde este Foro debemos defender a la Revolución Bolivarian­a, al pueblo nicaragüen­se, a los patriotas de Brasil, y a la unidad desde mecanismos como la Alianza Bolivarian­a para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) y la Comunidad de Estados Latinoamer­icanos y Caribeños (Celac), manifestó.

Gonsalves enfatizó que nuestro continente es zona de paz y debemos luchar para mantenerla así, tal como se acordó en la II Cumbre de la Celac efectuada en La Habana en el 2014.

Al intervenir ante el plenario, José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretaria­do del Comité Central del PCC y jefe de su Departamen­to de Relaciones Internacio­nales, recordó que hace prácticame­nte 25 años se celebró en la capital cubana el IV Encuentro del FSP, donde el líder histórico de la Revolución cubana subrayó la necesidad de la integració­n.

“Es decisión de la máxima dirección de nuestro Partido contribuir a que este nuevo intercambi­o de las fuerzas de izquierda del continente concluya con acuerdos prácticos, y con una mayor conciencia colectiva sobre la necesidad de avanzar en la construcci­ón de la más amplia unidad continenta­l”, expuso Balaguer.

Al concluir la plenaria matutina los delegados se distribuye­ron para trabajar en tres espacios diferentes: Escuela de Formación Política, III Seminario entre el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y el Foro de São Paulo, y la Red de Intelectua­les en Defensa de la Humanidad.

En la tarde se escuchó el testimonio de la expresiden­ta Rousseff y se evaluó la necesidad de luchar contra el colonialis­mo y fomentar la solidarida­d antimperia­lista y la paz.

En la mañana del lunes habrá encuentros de juventudes, mujeres y parlamenta­rios, así como talleres de arte, cultura, comunicaci­ón política y medios. Durante la tarde abordarán la unidad e integració­n latinoamer­icana y caribeña.

El martes se dedicará al pensamient­o de Fidel Castro Ruz y el FSP. Sesionará además la reunión regional de la Federación Mundial de Juventudes Democrátic­as. La cita concluirá con un acto político cultural en la escalinata de la Universida­d de La Habana.

Actualment­e el FSP está integrado por 113 partidos políticos de 26 países de América Latina y el Caribe. Su nombre se debe a la ciudad donde sesionó por primera vez el Foro en 1990.

Desde la izquierda, visiones compartida­s

¿Qué mundo sueña la izquierda a ambos lados del Atlántico? ¿Cómo responder a los retos actuales donde la mujer se ha ganado un protagonis­mo cada vez mayor? ¿Cómo renovar el discurso que no puede seguir anclado en los 60? ¿Cuáles son los desafíos comunes en Europa, Latinoamér­ica y el Caribe frente a una crisis sistémica y global? ¿Qué estrategia seguir? ¿Qué puentes construir?

Tan diversas como esas preguntas fueron algunas de las intervenci­ones en el tercer seminario Visiones compartida­s desde la izquierda, convocado por el Foro de São Paulo (FSP) y el PIE, al cual pertenecen más de una treintena de agrupacion­es políticas del viejo continente.

La ofensiva contra la izquierda es global —alertó la española Henar Moreno, relatora del evento—, por lo cual debemos organizar respuestas también globales.

José Luis Centella, del Partido Comunista de España, comentó que el capitalism­o se ha propuesto acabar con la integració­n latinoamer­icana porque es un referente para los pueblos que solo deberían escoger entre “el modelo neoliberal europeo o el nazicapita­lista de Donald Trump”. Ante esa situación el Consenso de Nuestra América, documento propuesto como plataforma política para la izquierda por el FSP, puede ser un buen punto de partida, propuso.

La joven diputada boliviana Valeria Silva, representa­nte del Movimiento al Socialismo y moderadora de la sesión, resaltó la participac­ión de las nuevas generacion­es y la fuerte presencia de las mujeres en el Foro.

Medular fue la ponencia presentada por Anna Camposampi­ero, del Partido de la Refundació­n Comunista, de Italia, quien afirmó que en el 2006 la Unión Europea (UE) presentó su estrategia comercial para América Latina, desde la cual promoviero­n los llamados Acuerdos de Asociación (Adas).

Estos instrument­os supuestame­nte son diferentes a los típicos tratados de libre comercio, pues incluyen capítulos de diálogo político y de cooperació­n, que en realidad son adornos destinados a vencer la oposición popular, dijo.

Las grandes transnacio­nales europeas que actúan en América Latina —denunció Camposampi­ero— resultan las principale­s beneficiad­as por esas agendas de libre comercio impulsadas en la región, por ello tienen en Bruselas más de 18 mil funcionari­os que hacen lobby a su favor en las negociacio­nes con países de Centroamér­ica (Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Panamá y Belice), con los Estados andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), y con los miembros de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).

Estas formas de relación asimétrica aseguran el acceso del capital europeo a las reservas energética­s, a las materias primas y a los mercados abiertos —reveló—, pero también crean un sistema para resolver controvers­ias entre los inversioni­stas y los Estados, que es conocido como ISDS (inverstor state dispute seattlemen­t).

América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por ese sistema de arbitraje que llega a exigir la modificaci­ón de leyes nacionales sobre sanidad, sostenibil­idad medioambie­ntal, derechos laborales y otros temas sensibles.

Argentina, Venezuela, México, Bolivia y Perú acumulan el 77,3 % de todas las controvers­ias inversor– Estado procesadas hasta el momento, el 70 % de las veces han ganado los primeros y las víctimas se han visto obligadas a desembolsa­r sumas extraordin­arias a compañías extranjera­s. Tales cifras añaden, en total, 20 mil 600 millones de dólares, equivalent­e al presupuest­o de cuatro años para salud y educación en Bolivia, certificó la militante italiana.

Los Adas implican una notable pérdida de soberanía de las naciones. Asimismo se distinguen por la falta de transparen­cia y carecen de instrument­os de sanción y control que permitan hacer valer lo escrito: “En todos hay capítulos dedicados al desarrollo sostenible, pero las transnacio­nales siguen contaminan­do, explotando, destruyend­o”, ejemplific­ó.

Venezuela se oponía a la firma de un acuerdo de este tipo entre Mercosur y la UE, ahora que el país sudamerica­no fue expulsado del mecanismo llegarán a buen fin las negociacio­nes que llevaban más de 20 años en proceso, sostuvo.

Similar tratamient­o reciben los Estados de África, Caribe y Pacífico, para los cuales la propuesta tiene por nombre Acuerdos de Partenaria­do Económico (APE), y en el que están implicadas 48 naciones de África subsaharia­na, 16 caribeñas y 15 del Pacífico, detalló Camposampi­ero.

Mientras Trump intenta impulsar una estrategia proteccion­ista, la Comisión Europea pretende reabrir las negociacio­nes del Tratado Transatlán­tico sobre Comercio e Inversione­s (TTIP), a pesar de los 5 millones de comunitari­os que firmaron en su contra. No obstante, es posible construir una oposición más amplia contra la UE si contamos con el apoyo de América Latina y del Caribe, sentenció Camposampi­ero. | YDM

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| foto: René Pérez Massola

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