1940, una Constitución, un nuevo pacto
contenía 115 artículos, la Constitución de 1940 comprendía 286, además, mucho más explicativos. Entre los aspectos a destacar del nuevo texto constitucional, firmado en Guáimaro el 1º de julio, se encuentran:
• Su primer artículo declaraba que Cuba era un Estado independiente y soberano, cuya organización era republicana, unitaria y democrática, así como proclamaba la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana, con lo que hacía una declaración general que podía satisfacer a amplios sectores de la población, aunque tales postulados debían acompañarse de las leyes que articularan su concreción.
• Entre los deberes del ciudadano, se mantenía la obligatoriedad de servir con las armas a la patria y contribuir a los gastos públicos, de acuerdo con lo que estipulara a ley.
• Mantenía las disposiciones para la ciudadanía cubana por nacimiento y naturalización, así como la pérdida de la ciudadanía, en primera instancia, por la adquisición de una extranjera.
• Plasmaba el rechazo a toda discriminación por raza, color, sexo, clase u otra de organizaciones políticas contrarias al régimen de gobierno representativo democrático de la República”. La libre formación de partidos y asociaciones, sin embargo, no podía ejercerse para agrupaciones políticas de raza, sexo o clase.
• Mantenía la gratuidad de la enseñanza primaria a cargo del Estado y el cobro de matrícula para la enseñanza preuniversitaria y universitaria; también se reconocía el ejercicio privado de la enseñanza, así como estableció el derecho a la creación de universidades privadas. En el caso de la enseñanza oficial se establecía su carácter laico.
• Disponía la creación del Tribunal de Cuentas y del Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales, lo que satisfacía una vieja demanda en la lucha por crear organismos de control contra la corrupción político administrativa. También disponía la creación del Banco Nacional.
• Establecía la colegiación oficial obligatoria para el ejercicio de las profesiones universitarias.
• Entre los aspectos sociales que incluyó se encuentran: la prohibición de despidos de trabajadores sin previo expediente sobre las causas del despido, salario mínimo, jornada laboral máxima de ocho horas, derecho al descanso retribuido y a la maternidad obrera, prohibición del pago en vales, fichas o mercancías, protección contra la invalidez y otros. También estableció la conciliación en los problemas entre el capital y el trabajo.
• Protegía la propiedad privada “en su más amplio concepto de función social” y proscribía el latifundio, mientras la ley limitaría la adquisición de tierras “por personas y compañías extranjeras”.
• Establecía la obligatoriedad de aprobar los presupuestos anuales para el funcionamiento del Estado.
Parte importante de lo dispuesto en la Constitución quedaba sujeta a la adopción de las leyes que normaran su aplicación, de ahí la frecuencia con que se añadía a los artículos: “en la forma que determine la ley”, “la ley regulará”, “la ley determinará” y maneras similares como, por ejemplo, en el caso del latifundio: “la ley señalará el máximo de extensión de la propiedad” o en el del salario mínimo: “la ley establecerá la manera de regular periódicamente los salarios” o en el de la discriminación: “la ley establecerá las sanciones en que incurren los infractores”; es decir que numerosos principios quedaban pendientes de la futura ley que los regulara y normara, con lo que se convirtieron en una meta a alcanzar.
Muchos discursos de los políticos que aspiraban a cargos en las distintas instancias de gobierno estaban destinados más a ganar electores que a plasmar novedades en el texto constitucional, pues las sesiones se transmitían por radio y, una vez terminada la Asamblea, se realizarían elecciones generales; de manera que se convirtió en espacio de propaganda electoral para parte de los delegados.
Esta Constitución, resultado de discusiones muy fuertes por posiciones contradictorias, se consideró muy avanzada. En ella quedaron plasmadas reivindicaciones populares importantes, manteniendo las bases esenciales del poder burgués. Fue un pacto social dentro del sistema conmocionado en los años 30. La meta entonces era su instrumentación.