No es fácil, tampoco imposible
“Es un dar y recibir”, puntualiza, y menciona con entusiasmo experiencias como la del día del agitador y la propaganda que realizan todos los lunes.
“En solo 15 minutos tratamos lo más relevante en efemérides y de la actualidad mundial, y el jefe explica las tareas de la semana. Por la composición de la reunión es ocasión oportuna para aclarar dudas, estar al tanto de las inquietudes de los trabajadores y eso contribuye mucho al buen clima y a no diluirse en nimiedades.
“Con esta y otras acciones hemos posibilitado que nuestra unidad materialice sus planes antes de lo previsto y aporte en otras áreas en función de los resultados del año en la EMI”, recalca.
Del tecnológico a la concreta
de la enseñanza tecnológica. No es de extrañar que desde entonces haya participado en todos los proyectos de unidades de superficie de la Marina de Guerra Revolucionaria, con excepción de los dos años en que, por el Servicio Militar General, cumplió misión en la República Popular del Congo.
Cuenta que su permanente hábito de estudiar lo ha salvado de no pocas dificultades, porque tiene que estar actualizado en las nuevas especialidades vinculadas con los barcos. De esa manera rompió también la barrera de los idiomas ruso e inglés.
Ha perdido la cuenta de cuándo se integró al Comité de Innovadores y Racionalizadores, pero sí recuerda que lo hizo debido a su interés innato de tratar de dar solución o respuesta a cualquier asunto. De ahí que no solo es conocido por su entrega a la reparación de los barcos sino además, porque siempre está presto a resolver algún problema doméstico de un compañero, como arreglarle la arrocera o el televisor.