¡Siempre Fidel!
Otra vez fue el mismo escenario, el lugar donde por primera vez nació la voz de ¡Yo soy Fidel!, que luego la han hecho suya millones de cubanos. La escalinata de la Universidad de La Habana no podía ser otra. Y allí, en medio de la noche, la misma frase repetida por los jóvenes de ayer y de hoy, por los revolucionarios todos.
Era la víspera de un acontecimiento que —dos años atrás— convirtió el dolor en silencio, la tristeza en compromiso y consolidó la unidad de todos los cubanos.
La velada conmemorativa Siempre Fidel, en ocasión del segundo aniversario de su desaparición física —con la presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez— sintetizó el sentir de su pueblo, y mostró desde el arte y la cultura sus más elevadas expresiones con la interpretación de los niños y los jóvenes.
Un recuento de su vida en imágenes, canciones y poemas trajo al presente la trayectoria revolucionaria y patriótica de un hombre fiel continuador de las ideas martianas, que supo transformar los reveses en victorias, joven guerrillero y valiente Comandante, convertido en símbolo y paradigma universal.
Esa noche —inolvidable al igual que las precedentes y, seguramente, como las que sobrevendrán al paso del tiempo— se escuchó el compromiso de las jóvenes generaciones en las palabras de Ronald Hidalgo Rivera, segundo secretario del Comité Nacional de la UJC, cuando dijo:
“Hoy no estamos aquí para recordar su ausencia, ni para lamentar su partida a la inmortalidad, estamos aquí porque sentimos su presencia y porque en estos dos años su estatura ha crecido, sus ideas se han multiplicado y su legado se ha hecho más necesario”.