Sentimientos encontrados
La doctora cienfueguera Arelis Crespo García es asesora del programa Más Médicos, en los estados de Roraima y Amapá, en la zona norte de Brasil. Hablamos con ella vía Internet y prefirió, ante todo, reseñar lo publicado en un blog sobre otro colega cubano:
“Viaja de Boa Vista y pasa más de ocho horas para llegar a un centro de salud indígena. Camina otras cuatro horas por senderos, cruza ríos, medica y examina a los pacientes con estetoscopio y esfigmomanómetro de presión arterial. Esas son las ‘herramientas’ del médico Pedro Enrique Guerra Beltrán, colaborador en el estado Roraima, quien trabaja desde hace más de un año en la zona indígena del Yanomami.
“Tiene 31 años. Conoció el Amazonas después de su llegada a Brasil como parte del programa Más Médicos. En el 2017, cuando se incorporó, fue ubicado en un Distrito Sanitario Especial (DSEI). Le gusta trabajar en esas comunidades y afirma que todo lo que le ha sucedido no es ni remotamente lo que él había imaginado. Trabajar en Brasil con los indios yanomami es como materializar un sueño profesional”.
“Ahora esos pacientes quedarán desatendidos por ‘obra y gracia’ de un presidente cargado de prepotencia”, subraya la doctora Arelis, quien lleva dos años en el Gigante Sudamericano.
Ángeles que llegaron de lejos
“Trasladarme de un estado a otro, dice la doctora, me llevaba 16 horas. Mensualmente pasaba 15 días en cada uno. En los dos laboraban 143 colaboradores cubanos para atender a una población de 522 mil 636 habitantes. En la mayoría de los municipios solo existía un médico para la atención básica y trabajaba dos días a la semana”.
¿Cómo queda ahora esa población?
“En la zona norte se concentran los mayores asentamientos pobres. Es la región del país con la mayor cantidad de comunidades indígenas, las que tienen accesos muy complejos. Ahora se quedan sin cobertura médica. Por eso, el homenaje y las despedidas fueron con un alto grado de sensibilidad humana. En mis recorridos pude apreciar que al referirse a los colaboradores cubanos los llamaban Ángeles que llegaron de lejos”.
¿Qué manifiestan ante la partida de los médicos cubanos?
“Han sido expresiones de tristeza, de dolor, de mucho sentimiento. Me ha sido difícil pensar que tantas personas, sobre todo las de las etnias indígenas, quedarán desprotegidas. Solo de saber que todo lo logrado en el campo de la atención básica se perderá, causa gran angustia.
“Los médicos en las comunidades indígenas atendieron bien a los niños. Les enseñaron a alimentarse, a bañarse diariamente, a cepillarse los dientes… hasta los curaban cuando aparecían brotes de escabiosis o de pediculosis.
“Muchos viajaban en canoas durante seis y siete horas, por ríos llenos de cocodrilos. Ellos se bañaban en los ríos para enseñarles a los niños a usar el jabón y el champú. Pude ver a todos los pequeños de una aldea indígena sentados frente a la computadora del médico mirando dibujos animados. Se le oprime el pecho a cualquiera”.
¿Cómo ha sido la reacción de los colaboradores?
“Primero expresaron su apoyo a la declaración emitida por nuestro Ministerio el 14 de noviembre. Se manifestaron muy irritados desde que el 7 de octubre, al concluir la primera vuelta de las elecciones, quedara el empate entre Haddad y Bolsonaro. Desde ese día todos nos sentimos muy tristes y al escuchar las ofensas y los insultos al trabajo que realizamos estábamos casi seguros de que nuestro país actuaría como lo hizo. Los que permanecemos aún aquí continuamos trabajando”.
La doctora Arelis Crespo García ha cumplido cuatro misiones internacionalistas: Haití, Mozambique, El Salvador y ahora en Brasil.
“Regresamos con sentimientos encontrados, con la alegría de volver a la patria, reunirnos con nuestros familiares y compañeros, y también con el dolor de saber que tantas personas necesitadas se quedan sin atención médica”, señaló.