Más caro arreglarlo que comprarlo
Lucía Pérez Morera estaba muy feliz con su refrigerador LG hasta que dejó de funcionar. El mecánico que revisó su equipo le informó que era el compresor y por tanto debía buscar uno de 1/6. Pero la otra mala noticia fue que, “cuando aparecen en los talleres cuestan más de 200 CUC y la mano de obra de los mecánicos particulares otros 70”.
Lucía plantea que comprobó lo dicho con los talleres de TRD y Copextel, “donde me precisaron que esos precios no los ponen ellos, sino el Ministerio de Finanzas y Precios”.
Ella vive en calle Segunda, edif. 36, apto. 16, 4.o piso, entre Central y Santa María, reparto El Nalón, Guanabacoa.
Le contó una compañera que en el municipio de Regla hay un taller solo para refrigeradores Haier, y aunque tuvo que esperar un año después de reportarlo, se aparecieron los mecánicos y lo arreglaron por el precio de 960 MN.
Lucía pregunta a los organismos competentes, cómo una persona que trabaja para el Estado puede cubrir con su salario un gasto de casi 300 CUC por el arreglo de un refrigerador. La empresa de Ómnibus Nacionales envió al periódico respuesta al artículo periodístico Vía Crucis en Víazul, publicado en la página web el 20 de octubre y en la edición impresa el 29 de ese mes, donde se expresan numerosas irregularidades en el servicio que ofrece dicha entidad.
Entre los mandatos de Víazul está un servicio de alto nivel. Si comparamos sus precios con la calidad, entonces el resultado no debería ser otro que una elevada excelencia, pero no es esa la consideración de muchos clientes, ni de este reportero en particular.
En la citada publicación expresé que nadie informaba al viajero la variedad de opciones que podía utilizar, entre estas, ómnibus con categoría de Expreso,y la contestación fue que “la divulgación de los itinerarios de la programación de la UEB Víazul se encuentra en lugares accesibles a los clientes para que estos puedan elegir correctamente los servicios que se ofertan”. Catalogan Sin Razón mi planteamiento.
Entonces pienso en las tantas personas, nacionales o turistas, que compran boletos y desconocen las opciones que tienen. La información es fundamental. Por tanto, aunque según plantea la carta no tengo razón, sugiero no escatimar esfuerzos y reiterar a los clientes las alternativas que tienen. Eso contribuiría a un mejor servicio.
El periódico criticó el mal servicio de la cafetería y el sofocante calor en el salón de espera de Víazul, en Avenida 26 y Zoológico. La respuesta nos dice que “en reuniones con factores del territorio se ventilaron varios temas de nuestra agencia… Además, la empresa está sujeta a un cambio estructural, donde está concebido el traslado de esta agencia para la terminal de Ómnibus Nacionales, en la cual tendrán todas las condiciones necesarias para un servicio de excelencia…”.
Entonces pregunto: ¿Qué tienen que ver los factores del territorio con los salones de Víazul? Desde su inauguración esos salones no cuentan con aire acondicionado. Quizás podrían instalarse algunos de esos equipos mientras llega el traslado, y no olvidar que solo con el costo del pasaje el viajero debería tener un servicio personalizado en el salón y en la cafetería.
Sobre la venta de boletos sin número de asientos nos aseguran que “el boleto se vende por el sistema Resiber de Amadeus a través de Iberia, por lo que está programado para la venta por aviones, no obstante, se emitieron indicaciones en nuestras agencias y puntos de ventas para que el número de asiento se realice de forma manual a la hora de rectificar los boletos de viaje”.
Si de esa manera se solucionan las dificultades, se ahorrarían muchos disgustos.
Acerca del atraso en la salida del ómnibus para Santiago de Cuba el día 11 de octubre consideran que solo tenemos Razón en Parte. Refieren que “el ómnibus que se encontraba disponible para la salida en este turno no pudo realizar el servicio ya que tuvo fallos técnicos y regresó a la base. Por lo que
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