Cuando hay pitcheo, hay azúcar
La pelota está llena de refranes y uno antiquísimo es posible recordarlo en el match semifinal entre Villa Clara y Sancti Spíritus: cuando hay pitcheo no hay bateo, aunque ahora pudiera parodiarse con las formidables cucharadas de azúcar (4-0 y 8-1) que han recetado Fredy Asiel Álvarez y Alaín Sánchez como abridores, así como Wilson Paredes y Yosvani Torres en el rol de relevo.
El juego del mentor Eduardo Paret ha cambiado muy poco respecto a lo visto en las dos etapas iniciales del campeonato: velocidad en función de la ofensiva, buen corrido de las bases, oportunidad y confianza a jóvenes y consagrados, fildeo ajustado y un cuerpo de serpentineros dominante. ¿Les bastará para barrer a unos Gallos espirituanos que apenas han podido anotar una carrera en 18 innings con raquítico promedio de 215 de average?
Un Yurién Vizcaíno desbordado (7-4 con par de vuelacercas) y dos refuerzos acostumbrados a rendir sin nervios en postemporadas, como Stayler Hernández (9-4) y William Saavedra (8-3), han sido hasta el momento sus talismanes con el madero. De un momento a otro, Carlos Benítez (7-0), César Prieto (6-1) y Norel González (7-1) pueden sumarse a ellos y cumplir papeles protagónicos.
Con la nómina de menos renombre de los cuatro conjuntos involucrados en los play off, los ahijados de José Raúl Delgado dependen mucho de lo que pueda hacer su tanda de arriba —en especial Orlando Acebey (6-0) y Frederich Cepeda (8-2)— y que los abridores les caminen al menos hasta el séptimo inning, lo cual no pudieron lograr Frank Luis Medina ni Yariel Rodríguez.
Un presumible duelo entre el zurdo Misael Villa y el derecho Alberto Bicet se anuncia para este lunes en el estadio Augusto César Sandino, donde los Azucareros o Leopardos (como reclaman algunos aficionados se les llamen) intentarán definir el match para no volver a los predios del José Antonio Huelga.
Remontar dos reveses en rondas decisivas no es imposible, pero la objetividad y la justicia indican que el pasaporte a la final anda teñido del naranja villaclareño aunque el canto de los Gallos espirituanos pudiera hacerse sentir al menos una vez, cual honra bien admirable, que incluye además poder terminar terceros en la Serie si los avileños caen en la otra semifinal contra los tuneros.
Paret, mentor debutante, está a punto de hacer historia con el equipo que tanto brilló como torpedero y capitán. Tiempo al tiempo. La inspiración ofensiva de los subcampeones nacionales ha pulverizado los pronósticos que consideraban el cotejo entre los Leñadores de Las Tunas y los Tigres de Ciego de Ávila como el más parejo de las semifinales. Dos hachazos (5-4 y 9-2) en casa propia, el estadio Julio Antonio Mella, no parecen definitorios por las garras nunca subestimadas del único conjunto que ha levantado tres veces el cetro nacional en los últimos 10 años.
Los encuentros resultaron bien diferentes en cuanto a tácticas y estrategias. El primero se extendió a 14 entradas y el peso del triunfo recayó en un relevo de película e inusual por parte de Yoalkis Cruz, quien le ganó el pulso a un Vladimir García todo coraje, a pesar de resentirse de una lesión. Imposible olvidar el fildeo de Andrés Quiala en el onceno para enfriar un presumible jonrón de Oscar Luis Colás, con el que quizás festejaron por adelantado miles de avileños.
La segunda cara del duelo tuvo un nombre de punta a cabo: el refuerzo pinareño Erlis Casanova, convencido de que puede ganar a quien se lo proponga en fases claves como esta; en tanto sus compañeros respondieron con lo que mejor saben hacer: destrozar esféricas con sus maderos sin creer en estelares como Yander Guevara o Dachel Duquesne.
El director tunero, Pablo Civil, llega a la tierra de la piña con varias noticias: Dariel Góngora, líder en victorias, tirará las serpentinas este lunes; Yasiel Santoya sustituirá a Guillermo Avilés dada la lesión en la rodilla de este último en el primer desafío, y no hará cambios sustanciales en su line up, lidereado por el campeón de bateo de la campaña Jorge Enrique Alomá (7-4), y la revelación hasta el momento de la postemporada, el antesalista Denis Peña (9-4 y tres empujadas).
Muchos recuerdan que en la 51 Serie el panorama era casi idéntico al de ahora, y la tropa de Roger Machado lo revirtió con par de éxitos en casa y dos remates más en tierra tunera. Los contextos y jugadores han cambiado bastante y favorecen hoy a los Leñadores, pero pensar en una barrida sobre los felinos sigue sonando utópico.
El desenlace del tercer pleito es de vida o muerte para ambos elencos, pues darle respiración a los trimonarcas sería muy peligroso, al tiempo que nadie nunca ha perdido en Cuba un play off con ventaja de 3-0. Y eso lo saben todos, incluida la afición.